Thursday, December 14, 2006

-DETALLES-



¡Pues bien! Aquí tenemos algunas fotos de todas las que he sacado a lo largo de este cuatrimestre, son fotos que presento para el trabajo de mitad de curso de la asignatura que corresponde: “fotografía”, que ha sido toda una gran sorpresa para mí, teniendo en cuenta que las únicas fotos que he sacado en mi vida las he hecho en plenos carnavales, medio borracho, medio ¿vete a saber que? Y vestido de mujer (esto último que digo, lo de ir vestido de mujer, le da un toque… ¿romantico? ¿80´s rollo Madrid? ¿70´s rollo glam? ¿Transgresor?… no se, llamenlo como quieran, que vestirse de mujer una vez al año… pues no hace daño, yo os lo recomiendo que sienta muy bien al cuerpo, que como decía mi amigo Francisco H. después de comprarse uno tacones de mujer -¡me costaron un poco caros! Pero… ¡Es que son tan bonito!- la última frase resume todo lo que puedes sentir travestido ¡es tan bonito!) Como decía: Una sorpresa porque he tenido muy buenas fotos, que no son las que he colocado en el post ya que son retratos a compañeros de clase en la playa, en el instituto, en el jardín y no se yo si me podrían pedir derechos de imagen o algo así, una lástima… espero que estas os puedan dar una idea, son tambien compañeros del cole, pero solo detalles en los que no se puede apreciar ni dar una identidad.

Wednesday, December 13, 2006

-RETALES-


¡Hola! Soy Ricardo, tú eres… ¿Sergio?, estoy llamando a toda la agenda de mi mobil, he tenido un accidente y no me acuerdo de nada, quería que me dijeras quién eres y que me cuentes quien soy… bueno… que me cuentes quien soy para ti, tal vez así… es que… estoy hecho un lío ¿Sabes?, no se si me conoces bien o simplemente tenía tu numero apuntado como uno más… si me hicieras el favor de decirme de que me conoces yo, yo… como hacer un mapa, yo podría acordarme de algo o por lo menos saber como estoy situado en el mundo… gracias.


-…pero he salido un poco más tarde porque ha llegado un pedido de pasta, de la de comer, no de dinero, total que se supone que no recepcinamos después de la una de la tarde y allí estaba el pedido a las cuatro, media hora antes de salir, mi compañera de trabajo estaba hecha un furia, yo como estoy empezando me lo tomé mejor, también estoy más…- -oye, que te llamo luego y me cuentas, te tengo que dejar- -ah, esto… de acuerdo- -luego te cuento, luego te cuento…-



-¡hola!-
-¡hola!-
-¿Qué haces aquí?-
-trabajo aquí-
-pero… no trabajabas en…-
-¡también! Soy todo un currante ¡todo el día trabajando!- (Risas)
-pues… ¿Qué casualidad?-
-si. Tu… ¿trabajas por aquí?-
-no, esto… yo, estoy de compras, a ver que queda, las rebajas… ya sabes-
-yo no tengo tiempo para esas cosas… ¿te vas de vacaciones?-
-si, a cunit-
-¿dios sabrá donde esta eso?- (Risas)
-esta en Andalucía…-
-¿eres de allí?-
-no, no, soy de aquí pero vivo en Madrid-
-bueno… pues… yo… cuidado con lo que compras, no gastes mucho…-
-¿oye? Que… eso, que vaya bien-
-igualmente… ¡hasta luego!-



-¿Qué? ¿Limpiando caca de perros?- -¡cállate mari! Que estoy… ¡negra! ¡Ah! ¡Qué asco!, recuérdame, si te digo alguna vez que quiero un perro, estos momentos y prohíbeme que me lo compre- -no te preocupes maricón, yo para eso soy muy tajante, animales en el piso ¡no!- -bueno, bueno… ¿Por qué me colgaste antes?- -nada, que pasaba uno que el otro día en la terraza me tiro los trastos, claro que estaba de cerveza… desde las siete de la tarde llevaba sentado pidiendo cañas hasta las diez, diez y media, él y una amiga y un amigo supongo, me pareció simpático, y les invité a los tres a una ronda de chupitos, sin que se enterara el encargado claro, total que cuando se van me pregunta el nombre y me estampa un beso en los morros, casi un morreo diría yo, en medio de la terraza y yo con la bandeja en la mano que no me podía defender… y ahora, de repente me lo veo caminando por la otra acera y yo hablando contigo desde la puerta de la tienda, dando buena imagen- - ¡eso! como una cotorra…- -y cuando me ve se sonríe y empieza a cruzar en dirección hacia mí, por eso te dejé- -¿como eres? ¡A mi nunca me pasan esas cosas!- -¡oye! que a mi tampoco…- -si, si, ¡ya! ¡Me vas a engañar…! ¡A mí!... y ¿qué te dijo?- -Nada, tonterías cordiales, cosas que se dicen cuando no sabes que decir, bueno: que es de aquí, pero que trabaja en Madrid y que estaba de rebajas… mucho mejor que sea de Madrid ¡bien lejos! Que no quiero problemas… ¡Te cuelgo! ¡Te cuelgo! ¡Que viene!-


-¿Qué tal?-
-No quedaba nada… nada que me gustara, he llegado tarde, claro que a estas fechas…-
-es que dentro de poco se terminan las rebajas…-
-ya, tienes razón… y… ¿tienes dos trabajos?-
-si… ya sabes donde estoy casi todo el día- (risas)
-si, te tengo localizado-
-y… ¿en que trabajas tú?-
-para una empresa farmacéutica, vengo mucho desde Madrid por trabajo-
-¿tienes aspirinas? es broma, ¿Qué casualidad que pasaras por esta calle? Que no es muy conocida, y yo en la puerta-
-yo me he sorprendido mucho-
-a mi me ha dado un vuelco el corazón- (risas, silencio, miradas, sonrisas)
-yo tengo vacaciones ahora en agosto, y… luego iré viniendo por trabajo…-
-yo también tendré vacaciones, pero lo fines de semana me puedes encontrar en la cafetería trabajando… ¿te volveré a ver?-
-Si, por supuesto-
-pues ya sabes como encontrarme, te tengo que dejar que estoy en el trabajo… aunque no estoy haciendo nada pero…-
-yo también me tengo que ir… pues nos vemos ¿no?-
- ok Deu-
-hasta otra, Ricardo-


Los dos encuentros son presenciados por una tercera persona, una chica que lo acompañaba, la conversación, por esta falta de intimidad, queda en el aire, las cartas están echadas, he dado suficientes pistas para un futuro encuentro, que sea la casualidad o el destino los que nos reúnan otra vez… aunque tanto la casualidad como el destino en ocasiones necesitan una ayuda, un empujón, nosotros también tenemos un cierto control sobre lo que nos pasa y esta en nuestras manos dar el primer paso. Ya sabe donde trabajo, ya sabe como encontrarme, yo he dado mi primer paso, ahora, como en una partida de ajedrez, es su turno.


La impresión en general es que el tiene pareja, por este motivo no me ha dado el teléfono, por este motivo yo tampoco se lo he dado…


Santiago, así se llama mi astrólogo (ya dije que hablaría de el), me comentó cuando fui a verle, mas o menos por febrero, que este verano sería muy decisivo para mí, que las cosas empezaban a ordenarse, mi economía, mi estado de ánimo, el amor, todo empezaría a tomar un rumbo muy positivo después de la crisis que supuso todo mi año pasado.


Tengo que hacer una breve aclaración con respecto a mis creencias en materias esotéricas ...

Thursday, October 26, 2006

-PRIMEROS FRAGMENTOS DE REALIDAD-


Cámara en mano me di una vuelta por el barrio y, aunque este blog se caracterizaba por tener ilustraciones acompañando a los textos, he colocado estas fotos porque como en los dibujos: el autor soy yo. Asi que le di al botón de mi Minolta de segunda para capturar lo que el tiempo ya olvidó, porque esa décima de segundo, en la que el opturador se abrió para que la luz plasmara en la película los valores grises en nitratos de plata, nunca volvió, se perdió para el resto y solo perdura en las fotografías de una Vía Augusta en una tarde nublada.


Así aparecieron las primeras imágenes, como una prueba, en una cámara de extraña procedencia, cámara de otros dueños, jugando a la lotería en la que nunca tuve suerte (haciendo referencia a lo material), pero quizá esta ves si, porque me han sorprendido los resultados teniendo en cuenta que yo nunca había tenido una cámara propia, tal vez tendré que darle todo el merito a ella de mi satisfacción, aunque por otro lado Manel, el profesor de la asignatura de fotografía de primero de liustración, se empeñara desde el primer día en decir que solo por el hecho de estar allí, en su clase, ya éramos fotógrafos, a eso se le llama dar alas a los noveles alumnos.

Tuesday, October 24, 2006

-LA PUERTA AL FINAL

Siento colocar estos dibujos tan básicos, pero es quizá, parte del aprendizaje, ver la evolución que vamos obteniendo, la mejor manera de calificarnos a nosotros mismos, porque... ¿que queremos?



Os habéis preguntado alguna vez que es lo que queréis:
-Quiero una camiseta, quiero una moto, quiero un piso...-
Quitemos lo material, de esta forma desechamos un gran numero de opciones de lo que podríamos querer a simple vista, pero que en el fondo no nos sirven como respuesta a una pregunta tan general como es la formulada.
-Quiero ser más alto, quiero ser más joven, quiero no quedarme calvo, quiero...- Quitemos lo que estéticamente nos condiciona o nos preocupa, porque podría estar sujeto a modas influyentes, estar mas delgado es moda ahora y antes no... tampoco nos podría servir como respuesta a esta extraña pregunta.
-Quiero... quiero gustarle a la gente, a este chico, quiero que me quieran...- Quitemos lo que se quiere porque vivimos en sociedad, lo que nos provoca el relacionarnos con otros, subamos un paso más en la pirámide de necesidades para encontrarnos en una planta aun más reducida, en la que las cosas sean más simples, es en este momento en el que se podría aclarar que es lo que se pregunta cuando digo eso de: ¿que queremos?



Una vez tomamos consciencia y hemos saciado el hambre y la sed surgen las siguientes necesidades básicas, pero... todas estas necesidades tienen que tener un ¿para qué? o un ¿por qué?, como y bebo para no morir, para procurarme la existencia ¿por qué?. Todo organismo vivo tiene como fin que su especie se perpetúe transmitiendo sus genes, reproducirse es el fin más básico de cada especie... Como hombre homosexual de 30 años en la que la continuidad de mis genes está del todo desechada (por voluntad propia ya que no me gustan los niños), este momento del texto podría hacerme pensar que para mi especie soy inservible... pero ¿la especie humana necesita realmente seguir reproduciéndose o que todos los individuos que pertenecen a ella se reproduzcan? mi amigo David de Tenerife (véase www.perroschicos.com) tenia su propia teoría sobre esta cuestión, decía y creo que sigue diciendo, que la naturaleza había creado sus propios medios de control de natalidad, produciendo individuos que no quisieran perpetuar sus genes, que quedaran al servicio de el conjunto total de la especie, algo muy parecido a pertenecer a una colmena de abejas o un nido de termitas.
Entonces en general lo de la reproducción, para nuestra especia en este momento actual, es casi una opción (por no decir un privilegio, con lo caro que está todo) más que una necesidad.



Queda entonces modificada la pregunta de ¿que queremos? a ¿que queremos de nosotros mismos? ¿que queremos en nuestra vida?
-Te refieres a: quiero ser feliz- casi, pero para ser feliz tienen que darse una serie de condiciones, y a veces ser feliz exactamente no coincide con aquello que realmente queremos, siendo tonto y no teniendo nada en la cabeza se puede ser muy feliz, quizá es uno de los caminos más rápidos hacia la felicidad, pero eso no es lo que yo quiero, desechando y simplificando me doy cuenta de que lo que se quiere, son aquellas cosas que son condiciones para crear la felicidad, la que nos satisface a nivel personal, incluso espiritual... yo quiero aprender... ser más sabio, tener experiencia... quiero conocerme cada vez más... saber quien soy... esta es la síntesis de lo que hoy quiero que mañana todo puede cambiar, por supuesto, pero son cuestiones tan despojadas de adornos que es muy difícil que cambien, y quizá si tomamos como costumbre preguntarnos que es lo que queremos de tanto en tanto, podríamos comprobar que algunas cosas son inamovibles.


También podríamos preguntarnos que es lo que queremos respecto a: la pareja, el trabajo, la familia, etc… y si a todas estas preguntas le aplicamos la misma fórmula podremos ver que es lo que queremos de los diferentes campos, así podremos desechar todos aquellos caminos que nos llevan a lugares en los que no queríamos estar, aunque también advierto que esto no es nada fácil porque implica tener que pensar y hay momentos en los que no apetece.


Yo ya lo he dicho, ahora yo pregunto ¿Qué queréis?

Wednesday, October 18, 2006

- NOSTALGIA EN EL ANDÉN DEL METRO-

Como no tengo mucho tiempo para escribir aquí va un ejercicio que me está matando la espalda toda esta tarde:
Aun no esta terminado del todo y ciertamente pierde mucho escaneado. Me estoy dando cuenta, a medida que escribo y observo el dibujo, que es buena idea lo de digitalizar los trabajos que voy terminando, es una forma de darle un respiro a la lámina apartarla, descansar y poder observar lo que esta fallando. No pretendo, en este momento, criticar el boceto de la estación de metro que me estoy inventado a medida que voy haciendo líneas y sombras, que se podría hacer porque fallos tiene y muchos, en realidad me he quedado pensando (y esta mal que me cite a mi mismo, sobretodo con algo que estoy diciendo en este párrafo, haciendo relucir así mi gran egocentrismo pero.. lo que más me gusta hacer cuando escribo es reflexionar y en esta ocasión, no pretendo disculparme, merece la pena) en una cosa que he escrito antes, eso de “apartar y descansar para ver los fallos”… cuando las parejas tenemos problemas.. Es lo que solemos hacer ¿no? ¿A vosotros les sirvió alguna vez de algo?



Con la distancia, cambiando de perspectiva y punto de vista, se esquematizan los problemas, se simplifican y se puede encontrar posibles soluciones, en el caso de la estación de metro no tengo dudas: me falta dar más sombra a las paredes y el techo, para definir mejor la estancia; en el caso de las parejas las circunstancias cambian ¿por qué? Parece ser que las parejas, a parte de quererse mucho y follar de forma regular, establecemos unos lazos de compromiso que implican obligaciones y coartan libertades, cuando se decide tomar distancia para reflexionar los problemas maritales, y esto creo que es universal, se ven más claras las cosas, pero aparecen las nostalgias de las libertades perdidas y de los lazos no establecidos, con lo que en ocasiones si que existen la solución a esos problemas conyugales y todo lo creado en pareja se puede sostener, pero el peso de la nostalgia es la que termina con todo, es cuestión casi gráfica: una balanza donde en un lado esta la pareja y en el otro la libertad, cuando la tierra trae hacia sí un lado con más fuerza que el otro aquí esta nuestra elección.



Siempre me ha dado un miedo terrible cuando algún novio mío me ha dicho eso de: -quiero estar un par de semana sin vernos para pensar, para darnos oxigeno- no solo por temor a que aparezca la nostalgia de mi pareja, también por temor al peso de la mía.

Sunday, October 01, 2006

-DIBUJANDO LLUVIAS CON TEMPERAS-


Esto es una prueva que etregaré mañana para la clase de técnicas de ilustración, hemos empezado el cuatrimestre con temperas, de la marca "talens" para especificar, las practicas para mañana consisten en dibujar lluvia, nuves y nieblas partiendo de los colores primarios, amarillo, cian y magenta, ayudandonos con el blanco y prohibido terminantemente el negro... cosas del color. Espero que os guste.

Wednesday, September 27, 2006

¡SI! SOY MEDIOCRE, TAL VEZ MALO, A LO MEJOR MALÍSIMO-

El otro día se me ocurrió preguntar a un amigo que tal lo que había leído del blog, la respuesta fue algo así:


Tengo que decir que por un lado parece interesante todo lo que cuentas, pero por otro lado, espero que no te ofenda, tiendes a escribir de una forma muy pretenciosa, como cuando alguien intenta hablar en un argot que desconoce, como cuando tu padre intenta hacerse el moderno haciendo frases como “que pasada” y cosas así, en definitiva: que no eres nada natural a la hora de escribir, si me aceptas un consejo, intenta escribir más parecido a como hablas sin tantas formulas efectistas, se más directo, cuenta las cosas como son, como tú las dirías.


Piscis ascendente capricornio y del horóscopo chino dragón de fuego… ¿sabéis lo difícil que es para este grupo, al que yo pertenezco, aceptar la crítica? Pues si, me cuesta horrores asumir lo mediocre que soy escribiendo, incluso sabiendo de antemano que lo soy. Después de la critica de mi amigo, empecé a pensar que fallos estaba cometiendo, primero como es lógico leí todo lo anteriormente publicado intentando trazar un mapa de errores, cuales eran mis excesivos manierismos y artilugios con los que intentaba aparentar un mayor dominio del castellano, para darme cuenta de que tanta nata sobre nata resultaba empalagosa, sobretodo porque no estaba dominando nada de nada mi lengua materna. En definitiva, podría ser, que si tuviera cosas interesantes que contar, pero que mi intento de aparentar lo que no soy, un licenciado en letras, un filólogo, un periodista, un escritor, hacían de mi forma de contar, algo incomible y pesado.


El problema surgió entonces ¿Quién soy yo en cuanto a mi forma de escribir? ¿Soy igual en mi día a día? ¿Me oculto con efectos? ¿Soy sincero ante los demás? O ¿tal vez intento aparentar algo que no soy en todo momento y no tan solo cuando intento escribir? Es cierto que en determinados momentos soy muy mimético, si paso toda la tarde hablando con un italiano terminaré el día con acento italiano, si paso un rato hablando con un cubano tiendo a hablar con acento cubano… esto me hace más cercano a la persona con la que hablo, pero no lo hago conscientemente, se produce de forma natural, como si fuera un camaleón capaz de adoptar cualquier color y tan acostumbrado a hacerlo que no me doy cuenta de que cambio en función del los matices del decorado.


Hace mucho tiempo me recomendaron leer un libro de autoayuda titulado “el caballero de la armadura oxidada”, lo leí de muy mala gana, porque odio este tipo de libros, ellos te dan una solución a un problema, que se supone que tú tienes, si eres capaz de entender el libro y aplicarlo te puedes dar con un canto en los dientes, haz mejorado, eres una persona nueva, si se te ocurre decir, como a mi, que el libro es espantoso y que menuda mierda de literatura barata que pretende salvar a las personas con una fábula facilona cargada de metáforas tan obvias como petardas ¡mala suerte! sigues siendo el mismo, estas estancado no eres capaz de aprender. Pues el dichoso libro, que se lo aria comer a quien me lo recomendó (un día tendría que dedicarle un capítulo entero a Daniel, aunque sería darle mucha importancia a las aventuras y desventuras de la “Gunilla duquesa de loropark” y tampoco las merece), cuenta una historia de alguien que se oculta detrás de una armadura reluciente porque cree que la gente lo quiere así, con armadura, pero nunca enseña quien es en realidad, hasta que llega un punto en que nadie quiere a la persona sino a la armadura, la armadura se oxida y queda atrapado en ella, el aislamiento que esta provoca impide que reciba el cariño de las personas que le quieren, etc, etc, etc. El libro era una autentica basura que estaba haciendo millonario al que lo escribió, lo leí hace unos diez años y el efecto que me causó fue un trauma tremendo, aun hoy cuando me siento incomprendido por los demás, pienso si yo estaré encerrado en una armadura de apariencias que no dejan ver a los demás quien soy. Por cierto os recomiendo que no lo leáis, ni ese ni el de quien se comió mi queso, ni el camino de las lágrimas, ni el otro, ni aquel, que si realmente os sentís mal acudáis al psicólogo… o que leáis el horóscopo, para el caso es lo mismo, aunque aquí por lo menos la culpa de todo es de las estrellas y planetas.


A la larga, este tipo de libros, los de autoayuda, os causará más problemas que beneficios. Por lo tanto declaro que: ¡Odio todos los libros de autoayuda! os recomiendo que los odiéis también, no os pueden gustar de ahora en adelante, que si queréis leer literatura barata me leáis a mí que por lo menos yo, en la red, soy gratis y no os causaré ningún problema psicológico futuro (eso se llama autopromoción ¡si señor!)


Volviendo al tema principal, mi falta de identidad, me gustaría preguntar ¿que puedo hacer para ser yo cuando escribo? He pensado, aprovechando el verano, en apuntarme a un taller de escritura, uno de esos en el que el profesor es un fanático de Maruja Torres, Zoe Valdez o Miguel de Libes (por nombrar algunos escritores) y pretenda que todos sus alumnos terminen siendo sombras chinescas de sus ídolos… claro que ¿Alguien me tendrá que corregir y aconsejar? ¡la verdad! estoy por llamar a cita previa para pedir hora con mi doctor de cabecera ¿Él sabrá que hacer?. Mientras encuentro una solución a mi falta de estilo literario, me daré un baño de vanidad con la otra mitad de mi blog, las ilustraciones, que fueron elogiadas por mi crítico amigo, así me escondo otra vez en mi armadura, que en general gusta tanto, quedándome en el interior sin percibir las cosas malas, aunque tampoco las buenas. Os pido con gran interés, esta vez, que seáis críticos conmigo, sacadme la piel a tiras en los comentarios, tal vez así aprenda y me baje de ese pequeño pedestal donde a veces me subo creyéndome mejor que otros.

Saturday, September 23, 2006

-COMENZANDO EL DÍA-


Vivo en una de las arterias del centro de Barcelona, una de las calles con más tráfico. Mi habitación da justo al exterior en un segundo piso real, nada de entresuelos, principales, pos pos suelo, entre principales o cualquier cosa que se inventan en Barcelona para llamar a un tercer piso primero y a un cuarto segundo.
Si sí, mucha luz en mi habitación porque da al exterior, ¡que suerte! Y que ruido…


Esta mañana estaba durmiendo, intentándolo mejor dicho, cuando por un momento empezó a vibrar toda la habitación con un sonido ronco y continuo… ¡malditos camiones! Pues no parecía que estaba en medio de una ceremonia tibetana con los amplificadores del los conciertos de cualquier estrella internacional del pop, ¡Qué digo pop! ¡De “heavi metal”! ¡Su p-u-t-a madre!
-¡Desde luego esta ciudad tiene un grave problema de ruidos!- me lancé al balcón y aun en calzoncillos me uní a la fiesta de los decibelios con cuatro gritos bien dados, creí que se me rompían las cuerdas vocales, evidentemente nadie me oyó, claro está que no soy ningún barítono, que mis grititos no pueden competir con el motor de un camión o los coches y las motos. Con los ojos inyectados en sangre, cogí la almohada y me fui a la habitación de mi compañero de piso -¡Ala! ¡A dormir…!- cinco, cuatro, tres, dos, uno, -¡Es-cán-da-lo es un escándalo! ¡Es-cán-da-lo es un escándalo!- ¡El despertador! (Rafael, en el movil… cada uno tiene sus fetiches) -¡me voy a volver loco!-, pensé en llamar al trabajo y decir que me encontraba mal, pero soy tan responsable para estas cosas…



Los pies en el suelo sentado en la cama, las palmas de las manos en los ojos restregándolos antes de ponerme las gafas… de ropa me puse lo primero que encontré, combinación imposible de colore… -¡señores si parezco daltónico! De los que confunden los colore, no de los que son fans de los hermanos Dalton-, por la calle mirando al infinito y… de repente… ¿Por qué me mira la gente? Que incomodo que voy… ¡la camiseta con lo de atrás pa´lante! como “Linda Bler” en el exorsista (¡ah! Maravillosa película del genero de terror… ¡que miedo! Pero que maravillosa y… ¡que miedo!).


Auriculares en los oídos, carpeta en la mano, bolsa cruzada, bolsillos: móvil, cartera, mp3, monedas, llaves, un cd para pasar la mañana, corta uñas que uno nunca sabe, afilador para los lápices de colore (hoy voy a dibujar mucho)… me gusta tener todo a mano en los bolsillos -¡hijo de dios! ¿Para que llevas esa bolsa cruzada?- -pues porque… porque dentro… dentro… dentro llevo eso que si no lo llevara querría usar: diez cds (los más importantes del momento), tiritas, colutorio, cepillo de dientes, un libro que me dijeron que estaba bien y a lo mejor leo, un libro que estoy leyendo, condones (muy importante), lubricante (muy importante), colirio, espray nasal, unas muestras de perfume, crema hidratante, cacao para los labios, otro juego de llaves por si pierdo las del bolsillo, un cable usb, un pasa-puré, la mini pimer… siempre hay algo a lo que quitarle los grumos, algo… y podría ser que… donde y cuando… ya me entendéis…-. Cuando las “maris” pusimos de moda que los hombres llevaran bolsa o bolso, como las mujeres, tendríamos que haber advertido que en la bolsa o bolso (no me aclaro con el genero de este producto) siempre terminas poniendo más cosas que en los bolsillos del pantalón y que por terminar pareciendo pequeño o pequeña, lo sustituiríamos por uno o una de mayor tamaño, luego se llenaría igual, primero porque te parece que está vacío, y después por necesidad, ya no puedes prescindir de las cosas que llevabas para llenarlo… luego compras otro más grande y… ¿Por qué pagamos alquiler por una habitación? ¡Si parezco una rulot!


Llego a la esquina de la calle, de lejos puedo ver al “paper voy” (no se como se escribe, pero nos entendemos ¿no?, me apuntaré a un curso de inglés…) me acerco al que reparte el periódico, el gratis, el de por la mañana, el que te dan en la salida del metro o en ese cruce tan concurrido, pido un ejemplar que cojo con la mano que me queda libre… ¡Zudoku! ¡Zudoku! ¡Zudoku! (o como se escriba, ya nos entendemos ¿no?, me apuntare a un curso de japonés…) La mañana es larga y este pasatiempos me ocupará unos minutos… bueno, bueno, tal vez media hora… ¡Está bien! ¡Un par de horas!


En la cafetería italiana, -¡bon giorno!- -¡bon giorno per la matina!- (no se como se escribe, me siguen entendiendo ¿no?, me apuntaré a un curso de italiano…) no me va a dar tiempo de tomarme el café, casi gritando-¡Necesito un café! Perdón, un café solo por favor ¡par llevar! Por favor…-


Miro el reloj, llego justo a tiempo -¡Hola buenos días!- a coro -¡buenos días Ricardo!- -me voy que abro la tienda en… ¡ya!- -¡espera!, ¡espera! que tienes unas cartas que han llegado, por cierto llevas la camisa al revés…-mirada y suspiro de resignación, abro la boca y prenso los sobres con los labios, llego a la puerta como malabarista del circo pololo…-¡me cago en!… ¿las llaves? Si, seguro que las tengo pero ¿Dónde?- la carpeta a modo de bandeja (que para algo he sido, soy y seré, camarero) sobre esta periódico y luego café. Mano libre y cuatro bolsillos repletos de cosas importantísimas para mi día a día, toco izquierdo trasero, toco izquierdo delantero, toco derecho trasero… ¡en el último!, bolsillo derecho delantero, (el más lógico para último ¿como no?) sorteo afilador, mp3 y algo que estaba blandito -¡dios sabe que será!- Con un dedo ¡por fin las llaves!...
Cinco, cuatro, tres, dos, uno -¡es-can-da-lo es un escándalo!- Vibra bolsillo trasero izquierdo, en mi intento por contestar, café, periódico y carpeta me hacen un Kandinski en la acera (¡qué bonito el desconstructibismo ruso! ¡Y no! no me voy a apuntar a un curso de ruso) -¿Si? ¿Quién es?- con la voz más serena que puedo poner mientras admiro el cuadro de periódico, café y carpeta, que incluye las puntas de mis Zapatos -¡Buenos días! esto es una encuesta automática que hace su compañía de teléfono para evaluar nuestro servicio, Responda solo si o no- -¡hija de @#&D* *#©×!!! (¡Jo! No hay un símbolo con un cochinito en mi teclado)-. No creo que la máquina me entendiera, pero yo me he quedado a gusto y sin ofender a nadie porque a una máquina no se la puede ofender… no cuentan, ni “robocop”, ni “madre” de aliens, ni el robot de “yo robot” o “Bender” de la grandiosa “Futurama”, ni ninguno de ficción. Ahora estoy un poco ronco, empieza la jornada… ¡podría haber metido unos zapatos limpios en el bolso o bolsa por si a caso! ¿En que estaría pensando?

Friday, September 08, 2006

-El CREPÚSCULO DE LOS DIOSES-


Cuando llegué a Barcelona, hace unos siete años, el primer trabajo que me ofrecieron fue como camarero en el local que entonces era el escaparate del mundo geto gay, el “Dietrich”, evidentemente en un par de semanas todo el mundo me conocía como el nuevo camarero del local de moda. Fiestas, noches sin fin, vips en todos los locales bebidas gratis, entradas gratis, muchas cosas gratis, un personaje del nocturno mundo; y por el día a contra reloj: comprar modelitos para el siguiente fin de semana o evento inaugural de la temporada, gimnasio, pollo y arroz, depilaciones (siempre he sido muy peludo), anti-ojeras… preparativos todos para estar impoluto en la siguiente aparición en la noche gay barcelonesa, para que entendáis lo absurdo de todo, mi trabajo consistía en recoger la botellas y copas que la gente dejaba por todas partes, cargar neveras y poco más, bueno también lucir palmito, eso te das cuenta más tarde.


Ayer invitado por Jose el único amigo que conservo de la fauna nocturna de mi trabajo como “recoge lo que otros dejan tirado” mas técnicamente “Office”, asistí a una fiesta que un grupo importante de la noche daba a sus empleados. En la entrada al recinto muchas caras conocidas, fue como regresar a esa burbuja de dioses que parecían mis días con Marlene, me sentí un tanto extraño de encontrar más maricas conocidas, de aquel entonces, de las que esperaba. De repente escuche una voz, que a gritos me llamó diciendo -¡canaria!- me giré y fue tal que así:


-¡hola! ¿Qué tal?-
-¡hola! Canaria… ¿ya regresaste de tu tierra?-
-no me he ido nunca, bueno de vacaciones si, pero siempre he estado aquí-
-¡ah! Que raro, como hace tanto tiempo que no te veía… pensé que te habías marchado-
-no maricón, solo que cambié de trabajo en un horario de día, ahora solo salgo cuando me va bien y me apetece-
-¡oye pues me alegro de verte! ¿Que calor que hace hoy?- (después de aquí ya no tiene ningún interés la conversación)


Alcé la vista, miré a mi alrededor y caí en la cuenta de que había mucha gente que quedó atrapada en ese mundo, trabajando o acudiendo cada fin de semana como cliente, yo no estaba en lo que se suponía, cuando llegué a Barcelona, era la cresta de la ola del mundo nocturno gay, asistía con demasiada irregularidad al gim, tenia un par de kilos mal distribuidos decorados con mucho bosque de pelos, no era ni mucho menos la más mona, tampoco me sentí acomplejado porque los aplastaría con mi gran personalidad o, si fallaba esta, con mi barriga. No voy a negar que me gustaría estar mejor físicamente, pero eso nos pasa a todos incluso a los que están muy bien ¿como creéis que nace la vigorexia o la anorexia? para estas cosas no hay límites y siempre se puede estar más musculoso o más delgado.


Lo que me resultó patético fue imaginar que sería de mí si me hubiera quedado atrapado en ese mundo burbuja, estaría pensando en mi primera operación estética, ganar tiempo al tiempo, para estirarme la piel y poder seguir siendo gogó unos quince años más, sentirme querido en un mundo estético y estático carente de cosas importantes, hacer demasiado habitual ese ritual de ir al baño con los amigos a meternos, vete a saber ¿que?, que nos dijeron que estaba buenísimo, sentirnos importantes porque: no tuvimos que hacer cola en la entrada, la chica del guardarropa no nos cobró nada porque nos conocía de hace ya demasiados años o reclamar al camarero que es nuevo y nos intento cobrar la copa –¿Cómo se atreve? ¡A mí! ¿No sabe quien soy? Hablaré con el dueño de la disco y ¡se va a enterar! El niñato- . Una reclusión voluntaria en un entorno que siempre me sería familiar, al que yo le sería siempre familiar, donde todos los días entra gente nueva como globos de oxígeno regenerador y salen viejos conocidos marchitos, oxidados por el paso del tiempo al que yo también estaba sujeto y que tarde o temprano la lucha por mantenerme como personaje “importante” en el ambiente de los clubes me caricaturizaría augurándome un final rocambolesco, enganchado a la música, a las drogas o alcohol, a los besos, halagos y piropos falsos de gente que solo me conoce de verme con los ojos en blanco y sudado bailando la buena música que siempre es buena cuando estas colocado.


En aquella época lo pase muy bien, también tenía una edad y unos objetivos que en esos momentos eran más lúdicos que otra cosa, afortunadamente fui consiente para retirarme del mundo nocturno aceptando que aquello no era lo mío y darme cuenta que la fecha de caducidad por aburrimiento estaba cerca de pasarse, también me ayudó darme cuenta, una mañana que salí temprano a pasear, que toda mi ropa brillaba demasiado que la lycra el lamé, los vinilos y acetatos se habían apoderado de mi armario. Ahora sigo vinculado a ese mundo, me gusta salir alguna vez, como a todos, pero libremente, como parte de la variedad de mi vida, no siendo la noche el eje central de mi existencia.


El problema no es pertenecer a la noche, esto le decía a mi amigo Jose esta mañana cuando hablábamos de la fiesta de ayer, el me preguntaba que si yo le veía así, como una cacatúa de la noche, porque el llevaba mucho tiempo trabajando para ella. Jose, mi amigo, es un señor currante donde los haya, para vivir trabaja mucho, y lo que le interesa de la noche es el dinero que se mete en el bolsillo, cuando toma vacaciones no sale de marcha, eso seria como seguir trabajando. Como decía el problema no es la noche, ni las drogas, ni el alcohol, ni pasar la semana pensando que te vas a poner el día que salgas, ni intentar aparentar menos edad de la que tienes… el problema real de todo esto que cuento es estar atrapado por la noche, las drogas, el alcohol, la moda, el físico, la apariencia, el problema es no evolucionar, no soltarte, quedarte para siempre como personaje, convertirte en caricatura típica de la noche, creerte imprescindible de la burbuja, la burbuja que te atrapó.

Monday, July 24, 2006

-EL PERDÓN A LOS ÁNGELES CAÍDOS-




Con orgullo y como alivio, a los cinco pisos sin ascensor, abrí las puertas de la terraza; sorprendido y jadeante, mientras le preguntaba si quería algo de beber, se recreo con una de las mejores vistas de Barcelona. Respiro profundo en el amanecer de una montaña en la ciudad, se sentó en una de las sillas blancas de metal, me tomo de la mano invitándome con un gesto a sentarme en sus rodillas donde, una ves sentado, me besó chocando pasta y cristal orgánico de nuestras gafas. Intercambiamos lengua y saliva -tengo pareja- me dijo –y yo tengo una habitación, con cama de uno treinta y cinco- contesté inocente y un tanto juguetón, me puse en pié, tome su mano, y lo llevé a los escasos centímetros cuadrados de mi flex, mi cama.

Despertamos desnudos: verano, éxtasis, alcohol, resaca, ático soleado, sudor…
-¿Quieres ducharte?-
Limpios y aseados con cara de haber dormido poco. Charla, risas, besos, primeras horas de una sofocante tarde de domingo en julio… -me tengo que ir, ¿te doy mi número y me llamas?-
-no, prefiero dejarte el mío, yo no tengo pareja y no quiero molestar-.

La llamada llego pronto, en la misma tarde, al día siguiente ya habíamos quedado, y en un par de días más yo, decía él, era su novio. Al principio mantuve una actitud esquiva, esta historia no llegará a ninguna parte, me decía yo, le decía yo; él se encaprichaba más y más, me cotejaba, me regalaba cosas, me mandaba mensajes, me invitaba a cenar y llegó ese momento en que me dijo te quiero y con una sonrisa le contesté –pero… si tu ya tienes novio-

No quería dejar a su pareja, pero quería vivir conmigo, hacia planes para tener un piso juntos, me siguió a mis vacaciones de verano en Tenerife, quería que durmiéramos juntos casi todas las noches… a mi me encantaba tener un ángel para mi, a mi disposición que se desviviera por mi. Nunca quise saber mucho del novio de mi novio, ni de sus novios anteriores. A veces el historial matrimonial de una persona te puede advertir quien es ese que grita a los cuatro vientos que te quiere, también a veces nos hacemos los sordos, los ciegos, los tontos… un par de amigos me comentaron, no con mucha alegría, que lo conocían, yo más sordo, más ciego y más tonto me volvía. Todo era bonito, todo era fantástico, todo era ¿amor?
Al cuarto mes le dije te quiero como hacia tiempo no lo decía, el radiaba de felicidad.


Una piedra en el riñón lo llevó al hospital después de una discusión porque hacia una cena con unos amigos, en la que yo no estaría porque trabajaba pero si su otra pareja. Era ya el séptimo mes y yo estaba enganchadísimo a esa relación con mi ángel, el de los mensajes en el teléfono todas las mañanas –buenos días mi niño, tu ángel- el que me traía pasteles al trabajo los sábados para desayunar, el que me pedía que me quedara, otra vez, a dormir en su casa, el que me tomaba de la mano por las calles para pasear… y con mi creciente amor perdí el control, ya no me hacia gracia compartir a mi ángel, quería sus tardes de jornada intensiva los viernes, sus domingos y sus noches, le puse entre la espada y la pared, presionándole a elegir. El medico le recomendó beber mucho liquido -así expulsará la piedra- y mi ángel empezó a beber agua. Dejó a su pareja el francés, al parecer se había decidido. Mi ángel venga a beber y venga a beber, ahora todo cambiaría, sería solo para mí… me equivoqué, Ángel de tanto beber agua me expulsó junto con una de sus piedras al mes de expulsar al francés.



Sordo, ciego y tonto lloré, el agua que mi ángel había bebido, durante todo el invierno, el más frío de mi vida ¿Por qué no me bastaba el edredón de plumas?... Se cayeron las paredes de mi habitación, me replanteé mis días, me hundí en la bañera y cerré los ojos a la luz, me escondí en mi cama, y dejé de cantar, me comí los discos y las canciones y los regalos de mi ángel, me comí también sus fotos y las mías en las que era feliz y lo vomité todo de indigestión. En el suelo desnudo dormí, cerré las puertas de mi terraza y no me ocupe ni de las plantas, ni del polvo en las estanterías, ni de los platos en el fregadero, ni me corte las uñas, ni la barba y seguí llorando agua de manantial baja en sales minerales. Los días pasaron, perdí diez kilos, desconecte la tele, el teléfono, todo absolutamente todo estaba impregnado de mi ángel, quería purgarme, desintoxicarme del veneno que era ahora ese amor desmesurado y no correspondido. Gastaba mi dinero en recargas de teléfono intentando frenar, con la ayuda mis amigos, el síndrome de abstinencia deseando una dosis más de Ángel, rompí las almohadas a puñetazos de rabia y furia, pedí la baja en el trabajo después de cuatro patadas que di, en el vestuario, a una inocente taquilla.


Desequilibrio o locura transitoria: el ángel libre de mi paseaba por las calles, era dueño de la ciudad, era omnipresente como un ser superior aparecía en cualquier parte, estaba en los supermercados y las tiendas, en los restaurantes y garitos, no podía ir a ningún lugar estaba rodeado por su posible aparición y la de sus amistades, le pertenecía todo, yo no me lo quería encontrar intentaba huir, me convertí en ermitaño.


Un día tras cuatro horas en la bañera con una cuchilla cerca, sonó el teléfono, era mi madre, me preguntó como estaba, para no preocuparla le dije que bien, preguntó si estaba seguro de mi respuesta, le dije si con los ojos rojos de tantas lágrimas, me preguntó alguna cosa trivial y me dijo que me quería y terminamos la conversación –¿estamos lo hijos conectados a nuestras madres por un cordel invisible que vibra cuando nos pasa algo?- busqué fuerzas, me levanté y escurrí mi delgaducho cuerpo, quité el tapón de mi bañera mortuoria con las manos arrugadas, me corte el pelo, me afeité, comí lo único que no estaba podrido en la nevera acompañado de cereales y miel, me acosté en la cama de invitados que no apestaba a sudor delirante, fue el primer, corto y tímido paso, en ascenso, de la infinita escalera de caracol que había recorrido al centro de la tierra oscura de mi depresión.


Pasaron cuatro meses, solo había subido unos cuantos peldaños, las heridas de la ciudad sangraban y solo unas pocas calles habían empezado a crear costra. Llegó el verano, mi invierno parecía no tener fin, siempre estaba el ángel en mi cabeza, los días que no pensaba en él lo traían mis sueños, escenas que se repetían sin parar, estábamos juntos y sin más me decía que se había acabado lo nuestro, que yo solo era una historia de verano que se había alargado demasiado. Pero como en una acuarela con demasiada agua, los colores empezaban a difuminarse, a perder peso y densidad, hacía tiempo que no me acordaba de las cosas buenas de mi corto noviazgo con el ángel, las malas carecían de contexto. En mitad del verano empecé a sentir los primeros rayos de sol después de un largo invierno individual, guardé la bufanda y los guantes, empecé a oír y a ver, mis sentidos un poco entorpecidos salían del coma profundo con vendajes de sarcasmo, y Ángel dejó de ser mi idolatrado ángel, perdió su magia, sus poderes sobre mi subconsciente. Un día soñé con vacas voladoras y estrellas de colores, tal vez se había marchado el ángel que se convirtió en sombra, en demonio.




Ahora, un año y medio después de que mi ángel me dejara, puedo analizar, puedo ver y oír. La oruga se convierte en crisálida y luego en mariposa… metamorfosis. La crisálida, ese estado casi inerte de preparación para el desarrollo de la oruga se parece a la depresión, un estado de vulnerabilidad, de encierro, de análisis; interpretamos nuestra canción de tristeza y apatía con notas melancólicas, sufrimos la incomprensión y nos dejamos arrastrar al centro del propio dolor ignorando que todo ocurre en nuestro interior, en el interior de la crisálida.


¿Sienten las orugas que el cambio, el paso por pupa, les convertirá en mariposas? Nosotros las personas no, porque la depresión nos puede cambiar, pero salir del envoltorio que nos inmoviliza puede dejar secuelas, daños difíciles de reparar, o incluso nos podemos quedar atrapados, recordando siempre ese dolor esa tragedia. Para los que logran superar la crisálida, el cambio se traduce en madurez; la necesaria revisión de lo acontecido nos hace pensar. Cuando somos felices, desgraciadamente, no nos planteamos los “por ques” todo fluye, cuando no lo somos nos devoramos a nosotros mismos con preguntas, volvemos a temas metafísicos olvidados y rehacemos nuestro manual personal de ética, nuestra propia filosofía de vida, abandonamos la religión que en esos momentos practicábamos y nos bautizamos en una nueva que se adapta a lo que ahora, tras el cambio, somos.


¿Cuanto tubo Ángel de culpa? Supongo que casi ninguna, solo espero que todas mis maldiciones no surtieran efecto sobre él. Ha llegado el momento del perdón, ya no me queda rencor, he perdonado al ángel que me abandonó, me he perdonado a mí el daño que me provoqué, comprendo que no soy el de antes, la metamorfosis se produjo, puede que no sea mejor ni peor, pero si he aprendido cosas y afortunadamente pude romper la crisálida y secar las alas que no se atrofiaron, es un orgullo personal volar otra vez, sentirme dueño de mi y no tener fantasmas en la cabeza amedrentando mi alegre ser. La película de “los ángeles caídos Ricardo y Ángel” nunca se estrenó en pantalla grande, pero me gusta verla de vez en cuando en proyección de entrada numerada y limitada porque soy yo el protagonista, el cambio en la metamorfosis no implica dejar la esencia de lo que eres, me gusta revisar mis recuerdos y sentimientos asociados a ellos, yo, a parte de muchas cosas, soy un alegre melancólico.

Thursday, June 29, 2006

-CHICAS, CHICOS & AMOR DE "JB"-



¡Buenas a todos! Hace calor, por la calle la gente va con pantalón corto o minifalda, las chanclas sustituyen a los zapatos dejando los pies a la vista ¡por dios que morbo! Las camisetas son de tirantes, el moreno ya no es artificial, en el mercado podemos comprar melocotones y cerezas del valle de Aran, señales inequívocas de que llegó el verano con sus días largos en la playa, con sus escaparates con ropa de invierno (paradojas del consumismo) y con sus fiestas y terrazas, eso, terrazas:

Estaba yo en una terraza de verano, muy famosa en Barcelona situada en el “Pueblo Español”, repleta de “tendenciosos”, como diría mi buena amiga Leire, cuando sucedió algo que me hizo pensar si había estado demasiado aislado de la realidad, la realidad plural de muchas opciones y diversa, la realidad que no solo cuenta con el conjunto formado por la comunidad homosexual y sus simpatizantes, la realidad fuera de esa burbuja protectora que podemos llamar gueto, pues cuando llevaba unas tres copas de algo macerado en barrica de roble americano con cola, la cantidad adecuada para dirigirte a desconocidos sin temor alguno de hacer el ridículo, como dice la gente “con el puntito”, apareció una chavala vestida como en un video de Madonna de los ochentas, mucho tul, medias, superposiciones de prendad y pelo teñido de rubio cardado hasta la estratosfera, con un rítmico y eléctrico contoneo, mirada y actitud de desdén… una chica de su tiempo en el lugar y momento correcto. Pregunta de un maricón a la población en general: ¿Cómo se sabe si una chica te está tirando la caña? ¿Son indicios suficientes que te mire a los ojos? ¿Qué baile a tu lado? ¿Qué te sonría? ¿Qué te ofrezca de su copa? ¿Qué te pregunte el nombre? ¿Yo creo que si? ¿O el leguaje de seducción femenino es diferente al masculino?


Admito que me he dado cuenta de que no se nada de mujeres. Tengo amigas y se como sienten y que les preocupa, que quieren o que buscan en la vida, me gustan como confidentes y se que el sentimiento es reciproco pero… es que me siento muy raro cuando una tía intenta ligar conmigo, estoy tan poco acostumbrado que me pongo muy nervioso, se me suben los colores a alta resolución y con diez megapixels de definición. ¿Qué busca una chica en un chico? Yo creí que lo mismo que busco yo, que el chico sea simpático, masculino, guapote, que tenga ritmo, un buen paquete (para que nos vamos a engañar, el tamaño importa) y una lista de peticiones menores que cambian según el gusto personal del peticionario, ojos así o asá, pelo si aquí o no acá… conformando un ideal físico mas o menos estricto (comento que en cuanto a requisitos físicos exigidos yo soy de “manga ancha” o más actual en estos tiempos de la red, soy de “banda ancha”)


¿Qué querrá esta chica de mí? Me pregunté ¿se me olvidó la pluma en casa? ¿O ha vuelto como canon de belleza la ambigüedad? No, no puede ser yo no soy andrógino ¿será de ultima tendencia tener un novio marica? Tampoco, me había visto como lo que soy, un tío de treinta años, que puede, aunque no lo sabe, ligar con una mujer. Entonces JB con cola y yo empezamos a tener una charla telepática:


-Es muy guapa esta chica- (afirmación rotunda)
-Si me gustara una chica sería como ésta-
-Tiene mucho estilo vistiendo-
-lo que quiere decir que tiene buen gusto-
-Si, tienes razón-
-Me gusta su conversación-
-¡Invítale a una copa!-
-¡No, no, no! Que me da corte-
-Pues pídete una y ofrécele tú, como hizo ella-
-De acuerdo ¿le pregunto primero que toma ella?-
-Estaría bien…-


Y mientras desarrollaba mis tácticas de seducción en un territorio totalmente desconocido, sintiéndome como Colón pisando las Indias continente americano, la charla entre JB y yo llegaba a puntos de suposición e imaginación extremos, la joven Vivian Westwood y yo nos besaríamos, yo la tomaría de la mano sacándola del recinto y en caballo metálico de doscientos cincuenta centímetros cúbicos, que es lo máximo que por el momento me permite la ley conducir hasta que pasen dos años de experiencia, nos lanzaríamos raudos y veloces, veinte kilómetros hora (conduzco como una yaya, pero yo lo disfruto igual) montaña a bajo, hasta llegar a su piso, donde después de una noche de sexo con cunilingüis incluido (es lo que tienen las intoxicaciones etílicas, que no hablas ni piensas tú, es el alcohol) no despertaríamos pensando en ir a vivir juntos, yo se la presentaría a mi madre este verano al bajar a Canarias, a la que le daría un susto de muerte y tal vez una alegría, nos casaríamos en la basílica de Candelaria, patrona de las islas, seríamos unos padres modernos y educaríamos a nuestros tres hijos, chico, chica, y bollo, enseñándoles ser tolerantes, el amor por las artes y el respeto a los demás ¡qué es muy bonito! Comeríamos felices y seriamos perdices o como coño sea.


Enfrascado en mis pensamientos hetero-fantásticos, apareció una marica que aprovechando mi disfunción cognitiva inducida, con su parapeto cargado de plumas, lentejuelas, purpurina escarchada y fantasía, le susurró alguna frase reveladora a la niña de mis borrachos ojos, rompiendo mis sueños incongruentes -¡maldita comparsera! ¡Como te encuentre te clavo las uñas! (ya se que esto último no es muy masculino) ¿o te doy las gracias?- y como vampiro que presiente el amanecer, ella desapareció de lo que al parecer era más temido que el astro sol: ligar con un gay o una noche que no termina en un buen revolcón, confieso que por mucho que me bebiera el botellero completo de la terraza no terminaría comiendo chichi (con todos mis respetos para el género femenino) y es que por mucha imaginación que derroche incluso, bajo el efecto de drogas o alcohol, sigo siendo homosexual.


No creáis, después de lo contado, que soy obtuso, que solo acepto una realidad, no se trata de eso, para callar las posibles crítica de los compañeros maricones de estirpe pura como yo digo que, no habiendo tenido nunca sexo con una mujer, lo que se llamaría -esto me hace reír- virginidad, son curiosidades que a cualquiera le pueden aparecer en la cabeza, aunque haga falta un barril de cerveza. Y para el pesar del conjunto heterosexual que me anime a intentarlo, les digo que ni muerta, que tengo muy clara mi orientación sexual, que hay cosas que no puedo hacer de forma consciente otras incluso ni de forma inconciente, aunque también hay quien dice eso de: “no digas de esta agua no beberé”.

-UNA TARDE DE DOMINGO EN EL PARQUE DE LA CIUDADELLA CON BUENA MÚSICA-

Sunday, June 25, 2006

-SIGUE EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS-




En el momento en el que se abre una puerta, después de tanto tiempo esperando por una nueva salida en tu departamento estanco, curiosamente se entorna una segunda ¿por qué? ¿Estamos dejados de la mano de Dios a merced de las poderosas fuerzas que gobiernan las leyes de Murfi? ¿No puede quizás el destino, por una vez, hacernos fácil o cuanto menos claro, el camino? Al parecer no, ni fácil, ni claro, ni nada.


Si hace tiempo que no tienes pareja y un día conoces a un chico maravilloso, por casualidad luego aparece otro igual de estupendo, no importa el orden de llegada ni los criterios de eliminación que utilices para elegir cual será ese príncipe azul con el que compartirás una temporada de tu vida, ya puedes llamar a Octavio Aceves, Aramís Fuster, o Rapel, que unos te dirán sujeto A y los otros te dirán sujeto B, pero el resultado, después de la dicotomía electiva, siempre será el mismo, esa extraña sensación de que nos hemos equivocado.


Si tras largos meses sin trabajo dejando currículos por doquier, esperando la llamada de la futura empresa que te corporativizará, una tarde surge desde tu teléfono, con el tono avizor de los ángeles de Charli, esa noticia que te da la posibilidad de sumergirte otra vez en el mundo del mercado laboral, citándote con fecha y hora en las oficinas centrales para la entrevista previa a ese contrato, no te extrañe que a cinco minutos del cese de la comunicación interfónica, otra nueva cantinela de Charli y tras pulsar el botón verde, que da paso a la atención del sujeto al otro lado de la línea, se te dirijan ofreciéndote otra oferta igual de tentadora que la anterior, con la posterior cita para la ritual entrevista, ¿Por qué te aceptaron en los dos trabajos? ¿Por qué te tocó decidir entre trabajo A y trabajo B? ¿Por qué, después de descartar A, te da la sensación de que tenías que descartar B?



He comprendido, hace tiempo en el tiempo, que el camino en línea recta no existe, igualmente, he desechado, con la experiencia, que el camino no es de dirección única; añadamos pues, meandros, subidas, bajadas, intersecciones, cruces, incorporaciones, incluso rotondas. El camino esta compuesto de todos los obstáculos y elementos que un manual de conducción, de forma teórica, nos puede mostrar.


La vida, el camino, desde sus inicios, tal vez tendríamos que imaginarla como una planicie en la que nosotros, situados en el centro, pudiéramos segmentarla en trescientos sesenta opciones graduadas alrededor, con sus correspondientes minutos y segundos opcionales, y seguir con las subdivisiones de manera infinita. En las diferentes direcciones que podamos tomar, por supuesto, existen algunas que son más importantes que otras, éstas se presentan como ramificaciones, puertas o ventanas que vamos a tener que atravesar o descartar, creando la sensación de que al introducirnos en una de estas el recorrido ha cambiado, o por lo menos volver al lugar anterior va a ser casi imposible. En determinadas ocasiones, el camino dejado atrás desaparece o cambia, lo que nos indica, que si queremos retroceder las condiciones del viaje habrán mutado, sumando y restando nuevas posibilidades.


¿Qué hemos podido averiguar de lo anterior? ¿Que es la vida? No, esto no me atrevería a responderlo, porque la vida tiene muchos puntos de vista, y muchos eruditos y filósofos que a lo largo de nuestra existencia han aportado sus ideas para dibujar la silueta de tan difícil respuesta, yo desde mi insignificante posición no podría aportar nada nuevo. Digo entonces que tanta metáfora direccional sólo es la manera de explicar mi particular aceptación del concepto de vida. En mi cabeza, evidentemente no es idea propia, una de las definiciones aceptadas para el camino seria que vivir es poder elegir y elegir abarca todo lo que significa pensamientos, movimientos, sentimientos, todos ellos voluntarios e incluso los involuntarios ¿Por qué incluyo estos últimos, los involuntarios? Pues porque en ciertas acciones aunque parezcan mecánicas, son decididas por nuestro cuerpo, pongamos por ejemplo el batir del corazón:



El corazón, de movimiento reflejo involuntario, desde que nacemos, se encarga de la vital función de bombear la sangre a todas las células del cuerpo, ¿podemos decidir parar ese movimiento voluntariamente? Digamos que no… pero en el momento de la muerte, en la que el corazón no sea el causante de ella y de forma el la que nosotros no decidimos, el cuerpo decide parar el corazón porque ha llegado el momento de poner fin a los imprescindibles latidos. Tras este ejercicio de lógica, podemos incluir todas las variantes de vida que se puedan imaginar tras la lente de la “elección”.



Pero… ¿Y las respuestas a nuestras primeras preguntas de “por qués” Sobre las burlonas travesuras del destino? pongamos que las divagaciones “vida es elección” es el preparatorio para resolver las primeras incógnitas planteadas. Cuando en nuestro camino se nos presenta al mismo tiempo diferentes puertas a elegir, pongamos A y B, no quiere decir que no existan otras, lo que quiere decir es que A y B son lo suficientemente importantes para nombrarlas y eclipsar el resto de puertas. Si tenemos para comer carne o pescado, puerta A y puerta B, estamos despreciando por ejemplo no comer, puerta C, o comer carne y pescado, puerta D, etc. En el caso de que solo exista una puerta de las importantes, entraríamos por ella sin plantearnos nada, con lo que cruzar este umbral no nos supondría reflexionar, por tanto no nos plantearíamos nada, la estaríamos ignorando por resultarnos cómoda su entrada ¿que hay para respirar? Aire, mientras vamos respirando aire no nos planteamos si podemos elegir otra cosa, esta opción es única pero muy importante y la ignoramos, es por todo lo explicado que estas cuestiones solo se crean cuando tenemos que sopesar y elegir.



Haciendo un esfuerzo encontramos un sin fin de posibilidades y caminos a elegir, tengamos presentes que cuando emergen dos sendas, o más, que nos hagan detenernos a pensar la elección a tomar, estamos en un momento que es importante, pero de no existir o no tomar éstas, no se acabaría el camino, tarde o temprano aparecerán nuevas puertas, nuevos caminos y aunque sea una elección esquivarlas todas o sentarse y no tomar ninguna, la vida también funciona como una cinta transportadora que, pudiendo ser su movimiento tan lento como para no percatarse, al quedarte quieto, ella te lleva hasta que tu cuerpo sin que tu lo decidas termine diciendo a tu corazón ¡para ya! ¡Esto me aburre! y como tu no te decides lo hago yo. Por último, aclarar que la naturaleza curiosa del ser humano es la culpable de esa sensación de mala elección, no elegimos mal, lo que ocurre es que somos curiosos y queremos saber que hubiera pasado con el resto de puertas no cruzadas, pero nuestra vida no es eterna y si somos inteligentes o prácticos no deberíamos pasar demasiado tiempo lamentándonos de los caminos erróneos emprendidos, vivir es elegir, poder elegir es tener libertad, ser libres es tener responsabilidad para, como mínimo, nosotros mismos. Cruzar una puerta, emprender un camino, abrir una ventana, son aventuras que llenan nuestro viaje de adornos, anécdotas y recuerdos.

Sunday, June 18, 2006

-MATRIMONIO HOMOSEXUAL-



Bueno, bueno, bueno… ¿Qué queda por decir, que sea nuevo, de un tema que saltó a todos los medios de información hace más de un año, tras la propuesta de ley sobre el matrimonio homosexual? Porque realmente es un tema que se ha comentado, criticado, votado en el congreso –aprovecho para dar gracias a la aprobación de esta ley y a todos los que dijeron que si- que discutimos en la calle, en el trabajo y en casa, que el PP se opuso y erre que erre se opone, que la iglesia se manifestó –Patético por cierto- que incluso mi madre me llamó para felicitarme:


-¡Hola Ricardo!-
-¡Hola Ma! ¿Qué tal? ¿Cómo va todo?-
-Tranquilo, como siempre… Te llamo para felicitarte-
-¡Ah! ¿Si? ¿Por qué?-
-Pues porque ya te puedes casar, si quieres-(yo siempre tan despistado y lento por no intuir a mi madre, algún día os cuento como me saco del armario)
-¡Ha! Por eso…-(como entre mi madre y yo, desde que todo esta claro, nuestro trato a mejorado en madurez, calidad y amor, para compensar mi falta de reflejos anterior tras su inesperada finta, le conteste de forma muy solemne)- ¡pues felicidades a ti también! Porque nuestra sociedad esta mejorando, ahora todos somos más iguales, ahora somos más civilizados y esto es bueno para todos- (tenia que haber sido político…)
-¡Si! eso mismo le dije a tu hermana. Estoy haciendo calamares en su tinta…-


Como decía: parece que ya está todo dicho sobre el matrimonio gay, parece pero ¡no! y no es que estuviera en otro país, no me enterara de nada y no pude dar opinión o que tras largos meses en coma me despertara en un mundo sutilmente cambiado y deseara ponerme al día de tales diferencias, pero es que hace un par de noches me ocurrió algo que me dejó muerrrta:


Estaba yo en una discoteca de “hombres con hombres”, en un domingo víspera de segundas pascuas (que se celebran en Cataluña) cuando me tropecé con mi compañero de piso ¿el que nunca esta en casa porque hace un par de meses conoció a su actual pareja y prácticamente esta instalado con él? el mismo, acompañado de, el causante de mi afortunada soledad, su pareja, pues el cohabitante últimamente solo pasa por casa para pagar, tarde después del día diez pero por el momento no ha fallado. Tras: hola que tal, como os va todo, que guapo estas y bla bla blas mutuos sin interés y con la sinceridad de los protocolos sociales –añado aquí que no conecto nada con mi compañero de piso, no me cae mal pero… ni fu, ni fa- y cuando ya estábamos solos el que paga y no aparece y yo, porque su pareja estaba fuera de radio de audición, le pregunto, también, sin mucho interés:


-¿que tal en tu país con tus padres y tu pareja?-
-¡Ah…! ¡Súuuper bieeen! es que él es geniaaal, le ha caído bien a toooda la familia-
-¡Ahaaa!- (expresado con muchas ganas, sin mirarle siquiera… es que me aburren mucho sus temas de conversación aunque intento ser agradable pues es mi compañero de piso)
-¿Sabes? Si todo va bien, que yo espero que si, para el próximo año “NOS CASAMOS”-
-ups… que… ¿bien?... espero estar invitado al la boda-
¿Qué otra cosa podía decir? Estaba estupefacto. De camino a casa, con la boca abierta, me tragué una libélula y dos mosquitos tigres, cuando llegué los escupí e intenté cerrar la boca para evitar la entrada de otros desagradables insectos.


Para que ustedes entiendan ¡ESTOY A FAVOR DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL! No solo porque es un derecho que nos permite solucionar un montón de asuntos sociales que se nos hacían demasiado difíciles o inexistentes como: pensiones, vienes comunes, herencias, tutela de hijos, vacaciones, bajas y todos los entresijos que hacen que no estando casados, reconocidos como pareja ante la ley, todo pueda convertirse en un caos, sino porque a de más es lo que nos corresponde constitucionalmente en un estado de derechos ¿no somos todos iguales? Pues iguales en lo malo, como pagar impuesto, y en lo bueno, como los derechos del matrimonio. ¡Ahora bien! que una marica, con sus treinta y siete años, me comente, después de solo dos escasos meses de noviazgo, que si todo va bieeen para el próximo año se casan ¿De verdad? ¿A esto es a lo que queríamos llegar? ¿Queríamos soñar con que algún día llegaría un hombre y nos pediría matrimonio? ¿Era esto por lo que se luchaba? ¿Por ser princesas deseosas de pasar por el altar vestidas de blanco? ¡Por favor! Que yo creí que luchábamos por unos derechos y no por un “si quiero” ñoño y hasta que la muerte nos separe, que no digo que la ceremonia no la puedas hacer ser bonita, pero yo, si me casara lo haría por que el día de mañana (si soy yo el que muero antes) mi pareja cobre una pensión y se quede con nuestro bonito chalet adosado (si lo tuviera) lo haría por cuestiones prácticas, y no porque fuera mi sueño desde pequeño ¡casarme con un hombre! vestido de largo y lanzar un ramo al cielo para que fuera recogido por el siguiente.


Puntos que tengo que aclarar para que no me toméis por una persona seca, áspera, poco cariñosa, poco romántica (que lo soy, pero no por mi actitud en este tema).


En primer lugar, analizar cual es la imagen que se ha labrado mi compañero de piso desde que lo conozco, tengo que decir que los únicos comentarios positivos que me ha podido decir de sus amistades no tenían nada que ver con actitudes sino con cantidades, ejemplos: –tienes dos casas fantásticas en Mallorca y tres apartamentos en el centro de BCN- o –tiene u trabajo… gana muchísimo dinero- o –el reloj que lleva cuesta como seis mil piedrólares- Etc. Etc. Etc. Mientras que él ¡no ha pegado un palo al agua en su vida! no tiene donde caer muerto.
También están los detalles de:

Nacionalidad, que es europea, por lo que no se casan por papeles.

Edad, que el señorito no es parte de una generación futura, donde el matrimonio entre personas del mismo sexo sea tan normal y habitual que nos haya dado tiempo a crear unos antecedentes que nos permitan tener cultura popular, en cuentos, cine, teatro, religión, etc… tan importante que como homosexuales, soñemos desde muy temprana edad, como era y aun hoy es, en menor medida sálveme Dios, en el mundo heterosexual, con el dichoso enlace, que si uno tiene treinta y siete el otro cincuenta y pocos, que este tipo de ilusiones no aparecen por generación espontánea de la noche a la mañana, que desde la heterosexualidad se pueden disculpar, sobretodo si eres mujer, porque han tenido un lavado de cerebro generación tras generación sobre la pareja, la familia y el matrimonio y la forma y orden para su consumación.

Economía, que su pareja esta realmente forradísima, que tiene mucha pasta, y en esta parte del texto podría decir mucho más, pero mi objetivo, aunque os parezca mentira, no es dejar de vuelta y media al sujeto creador de la frase que me dejo cristalizado.

Y por ultimo, proyectos de futuro, que son inexistentes, porque desde que entro por las puertas de mi casa, no ha trabajado ni ha tenido intención, es una persona que tiene otro punto de vista sobre como enfrentar la vida, el único proyecto que puedo llegar a decir en estos momentos, porque anteriormente no había vislumbrado, es ser “la señora de”, dar un braguetazo.

También aclaro, para ser justos, que esa chica de play boy, con unas curvas generosas, rubia a lo Monroe, que se caso con un señor tan millonario como arrugado y viejo, es para mi una tía muy inteligente, esperar a que el señor muriera ( no digo “pobre señor” se porque no lo era en absoluto) para luchar por parte de su herencia, pues por ley le corresponde ya que estuvieron casados (aunque solo fuera un año) no me parece un acto perverso, en todo caso solo se la podría comparar con cualquier corredor de bolsa, ella invirtió y ganó, y muy bien que hace, y como hablamos de matrimonio, hablamos de un intercambio de intereses, o a caso ese señor no tuvo durante todo un año, una monumental mujer en su casa cual jarrón, que le mimara aunque solo fueran las pupilas. Pues para mi compañero de piso lo mismo, muy bien que hace ¿Quién soy yo para juzgarlo?
Ahora… que pretenda que yo me trague que se casa por “amor”, no mi amor, a mí no me la dan con queso en estas cuestiones, que me traten de tonta me indigna.



El amor no necesita el matrimonio para existir, ya nadie se casa por amor, te casas por “costumbre” o por el “¿qué dirán?” si eres muy carca o católico del OPUS, te casas por “papeles” para que no te devuelvan a Cuba, te casas para “pagar menos impuestos”, porque la vida en pareja es mucho más barata que la vida de solteros, y te casas por “dinero”. El amor no se fija con una firma en un papel o un anillo en el dedo que corresponda. Si en vez de esto me hubieras dicho, me caso porque si nos divorciamos me pasará una pasta que me resuelve la vida entera, le hubiera dicho -¡pues bien que haces! y felicidades si eso es lo que quieres-. Este es un claro caso de “por el interés te quiero Andrés” que como ya aclaré antes, el interés siempre suele ser mutuo, no os cuento que es lo que le puede interesar “al otro” de mi compañero de piso, porque entonces si que entraría en la critica pura y dura, típica de los programas del corazón.


Amigos míos: ¡YA NOS PODEMOS CASAR! y divorciar y dar braguetazos, porque cuando se hace una ley surge la trampa y los tramposos, tengo el candidato perfecto para el primer divorcio gay, si es que no lo ha habido ya, pero por lo menos éste será de los que mueve mucho dinero. Yo os prometo que no os voy a señalar en este tipo de cuestiones siempre y cuando no seáis hipócritas justificando vuestros actos con sentimientos nobles, que por supuesto podéis tenerlos pero como acompañamiento de vuestras intenciones prácticas. Hasta otra y…

¡VIVAN LOS NOVIOS!

¡Y LAS NOVIAS!

Saturday, June 10, 2006

-FREACKIS-



Hoy he tenido un día nefasto, ha sido un día cargado de todo el pesimismo que puedo llegar a sentir sin entrar en depresión, me oprime el pecho al respirar, y se me escapan los suspiros ¿Todo el mundo quiere ser diferente?, este tipo de cuestiones en un día como el presente, un día en el que mis pensamientos me castigan, me impiden levantar cabeza, pueden llegar a ser abrumadoras, imponiéndole al día un talante reflexivo ¡vamos! Que me he pasado las horas en la luna de Valencia –ciudad de las ciencias- dándole a las conexiones neuronales más trabajo de lo saludable (espero que no me denuncie la organización mundial de la salud).


El telediario, los anuncios, los programas de muchos canales, el periódico, la radio, hoy a pocos días del mundial de fútbol, me analizo frente a la pantalla de la TV y me reconozco como una persona atípica, no me gusta el fútbol, no me gustan los niños, no me gustan los animales de compañía, no me gusta estar en pareja (aunque casi siempre lo estoy, incluso en estos momentos lo estoy) no me gustan las carantoñas de pareja, no me gustan las concentraciones masivas de gente, fiestas populares, verbenas, sanjuanes, fines de año… no me gusta ir donde hay mucha gente, no me gusta las playas de la ciudad abarrotadas de gente, y siempre siento un cierto desprecio por todo aquello que goza del beneplácito de la mayoría, ejemplo: si un actor es archí-famoso seguro que no me hará moverme de mi casa para ir a ver una de sus películas al cine, si una actriz me gusta y termina siendo la más admirada, dejará de ser santa de mi devoción; como orientación sexual tengo por preferencia a mi propio sexo, tengo una tendencia natural a llevar la contraria a la mayoría, por lo menos de pensamiento, luego en la practica soy muy maleable y por comodidad no me cuesta ceder ¿Soy un inadaptado social? ¿Soy diferente al resto? ¿Quiero serlo?


Como preguntaba en el párrafo anterior ¿todo el mundo quiere ser diferente? En un principio parece ser que si, todo el mundo quiere ser especial, ser o tener algo diferente, que lo haga destacar del resto, de la muchedumbre, tener características físicas de armonía o exotismo, ojos más claros o más oscuros, labios más carnosos o mas delicados una larga lista de rasgos apreciados por ser símbolo de belleza; también un sin fin de comportamientos que dependen de la psicología, conocimientos y ética del individuo y de sus aptitudes para relacionarse con los demás, interactuar socialmente: inteligencia, simpatía, empatía, saber estar, agudeza mental, cultura, sentido común, sentido del humor, sentido estético, madurez, entereza, jovialidad, frescura, chispa, etc.… destacar en alguna de estas cosas puede hacerte diferente, por lo tanto: ¡si! Queremos ser diferentes pero… al mismo tiempo ser aceptados, pertenecer al conjunto, a la sociedad, al todo, esto nos crea un problema: tenemos la tendencia natural a rechazar lo que se sale de la norma, lo raro, lo no habitual, lo que nos da miedo, lo desconocido, lo que es diferente. ¿Entonces? ¿Qué queremos? La síntesis, nuestro ser contradictorio no dice que: queremos ser diferentes pero de forma moderada y sin que ninguna de estas cualidades sea peyorativa, no queremos ser diferentes teniendo tres brazos o un único ojo, no queremos ser especiales siendo excesivamente simpáticos llegando a ser insoportables. Para clarificar: hasta los que quieren ser o son freackis quieren que sus iguales los acepten en sus grupos de monstruos. Salvo excepciones, pues siempre existe uno que se desmarca de la generalidad, somos individuos sociales, nos gusta pertenecer a grupos, no nos gusta ser discriminados, necesitamos sentir el apoyo de nuestros hermanos de rarezas para reafirmarnos en estas, amarlas y hacer de ellas nuestras banderas, las que nos hacen especiales, las que nos hace incluso pertenecer a grupos selectos.


A fin de cuentas quien es más freack, la chica siniestra teñida de negro, piel pálida, sombra de ojos negra, medias rotas, ropa negra, crucifijo invertido en el cuello, en el club clandestino del centro con puerta pequeña o la chica teñida de rubio, silicona en los labios, lentilla azules, ropa de pret-aporte, reloj italiano en el club de golf con “o sea, o sea, o sea”… no importa, pertenecen a un grupo y son aceptadas, en sus cabezas y en la de sus iguales los marginados son los otros. Es aplicable para ti, es aplicable para mí también.


Como recurso para esta gran avalancha desbordada de información, y las futuras, aunque sean de otros géneros, que se aproxima con la llegada del gran encuentro mundial de fútbol, siempre podemos buscar nuestra minoría a la que este tema le resbala -aunque los medios de comunicación nos intenten hacer creer que a todos nos encanta el mundial y que estamos deseando pintarnos el cuerpo con los colores de nuestro país- reunirnos para cambiar de tema refugiarnos en el club, donde estas cuestiones carezcan de relevancia y compartir, desde nuestra afín y diferente forma de interpretar el mundo, que ellos, aun siendo la mayoría, son los raros.

-PLATOS POR FREGAR-


Hola: tras un largo tiempo de ausencia hoy he retomado la escritura (tecleadura seria más correcto), he tenido muchos compromisos… realmente no fueron compromisos tal vez podría llamarlos percances o tragedias, o tareas y obligaciones bueno… también compromisos. ¿Conté que no tengo ordenador? Pues eso, no tengo ordenador, lo que no me facilita nada lo de escribir, porque eso de ir al ciber-café y tener que escribir allí todo lo que se te pasa por la cabeza… me saldría muy caro… ¡si! me estoy justificando.


Siempre estoy con teclados prestados, en el trabajo, los de amigos y los de alquiler, nuevos y viejos, si vierais este en el que estoy ahora, aun no se como voy a sacar el texto, pues por no tener no tiene ni disquetera ni CD, y la configuración del teclado es otro cantar ¿como coño pongo la arroba? Un misterio sin resolver, tampoco tengo que ser informático, bastante tengo con pelearme con el Word los “usbs” y el maldito "norton" que siempre me alerta, muy atento el, de que no esta actualizado ¡pues que lea el periódico! Hoy en día quien no esta actualizado es por que no quiere, por que hasta te regalan la prensa por las calles, ¡si! esos periódicos de una veintena de paginas que reparten en las bocas de metro o en esquinas concurridas del centro, aunque no sean de rabiosa actualidad sino de actualidad tardía y mucha noticia de pacotilla, un hombre que batió el record de comer salchichas, una mujer que parió un chaval de cinco quilos… pero ¿qué? ¿Le vamos a pedir peras al olmo? A caballo regaliz… no me gusta el anís.


Pues he tenido una serie de compromisos, el más importante ha sido una cita pendiente conmigo mismo, me presentaba a unas pruebas de acceso a una escuela de artes aplicadas de esta ciudad condal, tenia que empollar, aunque no fue este el motivo que me aparto del teclado, pero ayudo por supuesto.


Ayer cene y como estaba cansado no fregué los platos, me fui a la cama. Si conocéis al hombre marmota, me conocéis a mí. Me encanta dormir, soy de los que duermo casi todos los días la siesta, en invierno porque hace frió, en verano porque el sopor de después de comer. Me gusta mi calido cubil impregnado del olor de mi cuerpo que me ayuda a relajarme para cruzar al otro lado del mar, a la tierra de lo inconsciente, rodeado de lo reconocible por los sentidos que cuando, aunque estés desconectado, siguen funcionando, olfato, oído, y tacto, también el gusto (aunque no me suelo meter nada en la boca para saborear cuando duermo), la vista es la única que tiene un buen sindicato, ella hace su horario y ya esta, todo lo que ves en tus sueños lo ve tu cerebro. Cuando me desperté, tarde como siempre, con el mínimo tiempo para vestirme lavarme la cara y desayunar, esto último casi nunca pues no me da tiempo, los platos seguían estando sin lavar, y no me pude hacer cargo de ellos.


La “Constancia”: ¿quien será esa chica? Yo la conozco muy poco, tengo escaso trato con ella, no me acuerdo de como va vestida, la ultima vez que intente verla llegue tarde ella había terminado su trabajo, nunca deja las cosas a mitad, y se fue. Es uno de mis grandes defectos lo poco constante que soy para las cosas rutinarias, porque las rutinas como a muchos me aburre, odio ir siempre al trabajo por las mismas calles, no soporto esos pequeños trabajitos dentro del trabajo que se tienen que hacer todos los días y a la misma hora, como barrer la entrada de la tienda al abrir por la mañana, o montar mesas en el restaurante al principio de la noche… soy como dice mi sicólogo y mi astrólogo (lo del astrólogo ya lo explicaré algún día que tenga tiempo o contexto donde insertarlo) un espíritu “free land”. Pero no se puede ser cien por cien libre, siempre hay algunas tareas rutinarias, como mínimo las de higiene, que no se puedes eludir para siempre si quieres que tu vida tenga un mínimo de orden.


Hoy cuando llegue a casa estarán los platos, con sus trocitos impregnados en grasa pegados, esperándome a mi y al jabón, por suerte tiene fácil solución los puedo fregar o tirar como si fueran desechables y mañana ya no tendré los platos sucios. Lo que no tiene fácil solución, son aquellas cosas que aunque las deseches te siguen molestando, esas cosas que dejaste a mitad y van pasando los años y siguen a mitad pero no te puedes olvidar de ellas, cosas que para tenerlas, a veces, no parezca que influya la inconstancia, falso error porque la costumbre de postergar tareas es complemento muy acorde con esta manera intermitente de actuar, todos tenemos una lista de compromisos que no hemos hecho o que nos falta hacer, un viaje, ir al gimnasio, dejar de fumar, no mentir, el carnet de conducir, pedir perdón, un blog sin atender… en mi caso, una cosa que me pica y me molesta son los estudios que deje hace ya muchos años, y aunque no tenia intención de retomarlos, parece ser que mis amigos más cercanos si que se han dado cuenta de que esta tarea a mitad, fruto de malas costumbres, en ocasiones, me despierta por las mañanas con sabor de desazón, y han pensado empujarme un poco para que me decida a por lo menos intentarlo, y no termine siempre arrojando las culpas a la sociedad en la que vivimos que siempre se me ha antojado demasiado competitiva y, como al parecer no nos van a regalar nada, me enfrente a mis errores, los reconozca y los utilice en mi favor, como en el karate, que la energía que tu oponente utiliza en su ataque termina siendo la misma con la que lo derribas. Como la materia, la energía ni se crea ni se destruye, se transforma, ahora me toca resolver como cambiar, mutar, transformar, mi forma de hacer.


Así que bien, ahora yo, aunque no soy el mejor ejemplo, os invito a que cuando lleguéis a casa, con los cinco sentidos en alerta cual karateka, intentéis reconocer vuestra pila de platos sin limpiar, si no los queréis pasar por el fregadero (pica para que me entiendan en Cataluña), por lo menos que sepáis cuales son, que no olvidéis que están ahí, que no se van a ir ni desaparecer, y que a veces son ellos los que nos despiertan de mal humor, que no siempre es el mundo el que esta contra nosotros, en ocasiones somos nosotros los que nos auto-boicoteamos llenando de porcelana desatendida por la inconstancia nuestro subconsciente.


Por cierto, antes de terminar y a quien pueda interesar, aprobé el examen de acceso a la Masana (nombre de la escuela de arte) con un seis con seis, ahora solo tengo que esperar para saber si el corte de la media no es demasiado alto y mi mediocre aprobado (resultado de dos semanas escasas de codos sobre la mesa) es válido para que me dejen matricularme el próximo curso. Un plato menos que limpiar.

Thursday, April 27, 2006

-CARTA A UNA MADRILEÑA EN PARÍS-


¡Hola mon ami! jeje ¡como me gusta el francés! y no solo el idioma sino también el “francés” y los franceses, que guarros que son, en la cama, no en la ciudad, porque como ya te habrás percatado ¡París limpita si que esta! no lo digo con conocimiento de causa, porque yo en París no he estado, ni falta que me hace -aunque ya me gustaría…- que ya tengo amigas viajeras que me cuentan como son las cosas y costumbres, lugares, que no hace falta haber estado en París para saber que esta limpia, ni tampoco para saber si los chulos de París follan bien, esto ultimo no lo se por amigas, los se por mis propias carnes, ¡que si!!! que me he follado a muchos franchutes y follan muy bien y muy bien guarro, bien que me la han comido y bien que me han follado y yo a ellos, besos negros, saltos del tigre, misionero gay… un autentico intercambio cultural, ¡que se enteren todos!!! el sexo es otra forma de cultura que quien a follado mucho, y no lo digo solo por mi, sino también por ti y por muchas otras, que no vamos ha ser nosotras las únicas que follamos tan libre y abiertamente, como decía, quien ha follado mucho lo sabe muy bien, sexo igual a cultura, aparte de muchas otras cosas (podría hacer un listado de todo lo que se aprende practicando sexo –la expresión “practicar sexo” me encanta, parece que se habla de un deporte- pero me extendería mucho) y lo que digo siempre lo que hace falta a mucha gente en esta nuestra sociedad mundial es más ¡cultura!!! A no ser que, como me cuentas, no estés saliendo nada y que te la pases todo el día trabajando ¿qué digo yo? ¡trabajar si! pero unos horarios de trabajo, y un fin de semana libre de vez en cuando... ¡bueno! que lo que quiero decir es que el sacrificio muy bueno no tiene que ser para el cos ¡cuerpo catalana!!! Y... ya te habrás dado cuenta que de ánimos estoy mejor, que estos grandilocuentes discursitos que te doy por e-mail cuando estoy de mal humor no me salen tan fácilmente, o sea de ánimos muy recuperado, estoy pasando de todo tanto que hasta me salen las cosas bien.



Bueno... de ir a Madrid... ¡tengo que esperar un poquitín! en dos semanas lo se seguro, por muchas cosas que tengo que atar en Bcn, y porque médicos, porque trabajo, porque papeles del paro, porque Kim, porque casa, porque cosas... porque, porque, porque. por el momento me tengo que conformar con esta semanita que viene ir a Tenerife para ver a la falmily, como tengo que buscar un trabajo, ya sea Madrid o Barcelona, cuando lo consiga será mas difícil tener tiempo libre por lo que no podré ir a Tenerife a ver a la familia, a ver al los amigos, playas, Santa Cruz, la Laguna, laurisilva, cielo azul y pico Teide, como mínimo hasta el próximo 2006, y ya toca, que la última vez que fui llore una hora si y otra también ¡que ganas tengo de que llegue el 2006 para olvidarme de este! pero olvidarme de lo malo, no de lo aprendido, que son muchas cosas.



Resumiendo: primero Tenerife, luego ver que pasa, para saber si Barcelona o Madrid, y no se yo por que pero me apetece Madrid, creo que ya que no me siento mal con Barcelona, exceptuando Gran Vía, tramo Casanova Urgel -tramo de casa de Ángel por supuesto- pero esto ya será crónico, mi cicatriz de la ciudad, se tienen en el cuerpo ¿por qué no en la ciudad? Siguiendo tus consejos sobre este tema, ya que no me siento mal puedo, SI QUIERO, cambiar de ciudad y… ¿por qué no? si ahora en este estado de despreocupación que tengo se dan todas las condiciones para abordar esta proeza, no tengo casa, no tengo trabajo, lo único el noviete… pero hay otra condición que se tiene que cumplir con respecto a los cambios de ciudad: nunca lo hagas ,el cambio, por otra persona exclusivamente, por lo que se puede razonar: nunca lo hagas, quedarte, por otra persona exclusivamente ¡EL NO LO ARIA! (se me viene a la cabeza el perro abandonado en la carretera por vacaciones -buen anuncio-) lo tienes que hacer por ti! por lo que si es por mi ¡si! que también me lo merezco, que ya he pasado el luto, me he criticado, me he arrastrado y todo yo solito, que no le echo las culpas a nadie, por lo que ahora yo solito me puedo poner todas las flores que yo quiera sin critica de nadie… y nada de que soy muy vanidoso o prepotente ¡nada de eso! que quien es capaz de ver su joroba, y enseñarla tan abiertamente, no solo a los amigos sino a todo el mundo, también puede ser capaz de ver sus cosas buenas y debe enseñarlas y si quiere alardear de ellas ¡que ya vasta! que he y me he llorado mucho no solo de las circunstancias si no también de mi y lo frágil que soy, que me ha visto llorar todos incluso las enemigas, (¡maldita sea!¡putas enemigas!) por lo que ahora puedo decir lo fantástico que soy porque ¡así lo siento!!!




Bueno amor, mon amur, -¡que le gusta el francés!- te tengo que dejar, espero que te guste mi carta, si lo es así me halaga, espero que por lo menos te de buen karma, ¡alegría! ¡alegría! ¡que la vida son cinco días!¡a follar!¡a follar!¡que el mundo se va a terminar!¡cultura!¡cultura!¡que la vida es muy dura! ¡Calabaza! ¡calabaza! cada uno… para…¡su casa! -te permito poner algunas frases en tu tesis, siempre que me haga usted mención-

Monday, April 24, 2006

-MÁRTIR METAFÍSICO-


¿Y?... ¿Dónde van los sueños no cumplidos? ¡no¡ no me preocupan los años ni aparentar más edad me preocupa más no haber cumplido nada, nada de lo que pensaba que seria capaz de hacer, -tanta pólvora en la recámara de la pistola para nada, el blanco no fue nunca acertado, bala perdida gritaba silbando sobre la diana-.



Me levante preocupado porque caí en la cuenta de que eran ya muchas semanas repitiendo la misma rutina, el lunes esperar a que llegue el sábado, para el sábado desear que llegue el lunes o quizá el siguiente fin de semana o un paréntesis, vacaciones, semana santa, san Fermín, carnaval, ¡da igual! siempre esperando que llegue ese momento que va a ser mejor o que te va a sacar de tu actual situación de monotonía y aburrimiento.



Tal vez sin saberlo, desde que nacemos, emprendemos una carrera de espera y paciencia hasta llegar a un punto, pero… ¿no será ese punto la muerte? Todas las carreras tienen un principio y un fin, como todo lo que es al fin y al cavo –para ser hay que no haber sido y luego dejar de ser, porque todas las cosas empiezan y termina, desde las tangibles, inertes y vivas hasta las etéreas, como los sentimientos y los deseos- ¿no querrá decir esta larga espera a que lleguen los días y los fines de semana y los futuros años, que lo que realmente esperamos es que llegue la muerte? Ese fin único inevitable, esa cita ineludible, que es el punto de llegada de la carrera que se desató el mismo día en el que nacimos, que hay que abordar para poder ser.



Podría ser que nos “auto-engañemos “, disfrazando el pasar del tiempo, nuestra espera para morir, de algo que llamamos vida, cuando todo nos conduce a la muerte, ¿Qué somos? Cuestiones metafísicas que nos podría simplificar –porque el tiempo es relativo (ya de esto nos convenció un físico-matemático muy conocido y de forma probada) y las escalas según el observador son muy diferentes, para mi un día no significa nada, para una mosca mucho y toda mi vida no significará nada para un mega-monolito incrustado en una planicie de Australia- somos un principio y un fin.



Sentado en el trabajo, con “reyes de la conveniencia” -(kings of conveniece) grupo de música que os recomiendo para una tarde tranquila de primavera- amenizando mi particular espera, recuerdo una larga lista de amigos, de queridos amigos, sus sueños, sus metas, sus ilusiones y sus desilusiones, todo lo que nos dice quienes somos ante los demás, quienes son ante mi ¿se sienten ellos tan atrapados como yo?



Hoy puede que haga sol en Madrid para Ignacio, él siempre me tiene en buena consideración, muchas veces me comenta que me sita en conversaciones con sus amistades de la capital, como si realmente yo fuera alguien importante.



Ignacio, de familia católica, monaguillo en su infancia, catequista y objetor de conciencia, con un voluntariado en Sudamérica de casi dos años ayudando a los pobres en Cuzco, luego trabajador de una ONG. Y estudiante maduro de antropología actualmente en construcción de su tesis “nuevos modelos de familia”, después de haber terminado una tesina dedicada a “los marginados dentro de grupos marginados” y eterno viajante… me cita. Somos sueños e ilusiones, también lo que hemos conseguido hacer. Cuando en un pequeño párrafo describo unos pocos logros del currículo de Ignacio… Ignacio es una gran persona, tiene creencias, tiene fe, tiene objetivos, es increíble que en algún momento haya sido objeto de estudio, para su tesis, por parecerle interesante lo que yo le podía contar.


El universo se expande desde un punto central, por lo tanto las galaxias viajan en línea recta desde este centro, como radios de circunferencia que se dilatan con el tiempo –así pinto Dalí sus relojes-, pero a su vez las galaxias giran igual que los planetas alrededor del sol completando ciclos, ¿es este movimiento el que marca nuestras vidas? Estamos encerrados en el contorno de una elipse que se mueve en línea recta desde el centro del “big-bang”.
A lo mejor no tendría esta sensación de monotonía si mi universo no se comportara de una forma tan infinita, cíclica y previsible… un petardo lanzado al cielo deja una estela de pólvora incandescente para terminar en un sonoro fin.

Wednesday, April 19, 2006

-LENTE FOBIA-


¿Habéis estado alguna vez en el mercado del ligoteo en calidad de soltero, adúltero, tríos, parejas abiertas o grupos? ¿Habéis estado en algún local, parque, sauna, cuarto oscuro, chiringuito, discoteca, cafetería, gimnasio, playa, crucero, baños públicos, baños del “Corte Inglés”, “Habitat” o “fnac”, incluso la calle y todas las direcciones que vienen en la guía Espartaco y el resto de direcciones que no aparecen en esta, donde se os presentó la oportunidad de ligar con alguno o alguna? Supongo que si, porque o sois muy jóvenes –y cuando digo jóvenes me refiero a esa edad en la que no tienes hormonas sexuales suficientes para que se os moje… os pongáis cachondos- o tontas ¿Habéis conseguido ligar? Pues os aseguro que si usáis gafas, de vista, graduadas, ese porcentaje de éxito en vuestros escarceos sexuales, se habría reducido a menos de la mitad y cuanto más oscuro el entorno, menos porcentaje de éxito si lleváis gafas.



Jorge, amigo adquirido en mi última visita a Madrid, coincidió conmigo en esta cuestión, no solo eso, ya había catalogado y bautizado esta patología, a la cual le había puesto el nombre de “LENTE FOBIA “. La “lente fobia” es una patología extraña porque no la sufre el que la padece, la sufren aquellas personas que llevan gafas, produciendo un rechazo, por parte del enfermo a los portadores de las lentes.



Hace tiempo, había tomado la siguiente costumbre: guardarme las gafas en el bolsillo de la chaqueta que dejaba en el guardarropa del local si mi objetivo, para esa incursión, era un orgasmo como máximo o unos tocamientos de cacharritos de mear, como mínimo; ¿por qué? Realmente nunca lo había pensado, solo sabia que este ritual me proporcionaba más éxito, incluso teniendo el inconveniente de no ver bien la presa, hasta el punto de estar demasiado cerca para decir que no -¡por algo dicen que el amor es ciego!-. La cuestión era la siguiente, el hábito se había creado inconscientemente, sin que el sujeto –yo- se diera cuenta, una simple cuestión de supervivencia.



Mi ilustre amigo Jorge, joven, atractivo, alto, guapo, inteligente, viajero culto, miope… había analizado sus visitas a los locales de Madrid –que no diré de que tipo, porque realmente no lo sé- y había comprobado que: cuando en su estilismo incluía sus gafas, sus intentos porque las presas –según su gusto- se fijara en él, tenían un índice mayor de fracaso que cuando su atuendo, para el momento, no las incluía y ustedes dirán: -¡menuda chorrada que me estas contando!- ¡Pues no! Porque este experimento, esta visualización aparentemente obvia, no seria tan simple si cambiáramos de ciudad y nos fijáramos en un entorno más pequeño, como por ejemplo Tenerife, donde todo el mundo se conoce y más en determinados círculos, como pueden serlo los de habiente homosexual, en los que optando, en algunos momentos, por ponerte gafas y en otros por quitártelas, realmente no notas diferencia porque como es lógico, aunque la mona se vista de seda… mona se queda, ya te conocen como gafudo y eso en el inconsciente solo se puede borrar con tiempo de desuso del objeto de polémica, cosa que no ocurre en Madrid donde no es tan fácil que te conozca todo dios.


Que quede bien claro, para el que no me conozca, que estoy de muy buen ver con o sin gafas y si alguno se atreve a decir eso de ¡chaval –o muchacho- tu no tienes abuela! Os digo que aun me queda una, solo que es ciega desde hace demasiado tiempo, pero aunque no fuera así: ¿Qué hay de malo en echarse un par de piropos uno mismo?



El Jorge –aprovechándome de las malas costumbres que trae a veces el bilingüismo castellano catalán- opto por comprarse lentillas, solución fácil si eres miope o hipermetrópico y un engorro si eres astigmático o si padeces alguna otra afección ocular -que quien sabe la infinidad de males relacionados con la vista que puedan existir- de esta forma pudo zanjar los inconvenientes y daños colaterales que trae la tristemente famosa patología. Ahora nuestro querido mozalbete campa a sus anchas, por la meseta central, sin el rechazo que trae consigo la “Lente fobia” y si antes su éxito era grande, ahora es grandioso.



(Un beso Jorge tengo muchas ganas de verte con o sin lentes, a mi eso me da igual pues sigo siendo un gafudo, y se, que por haberlo padecido, a ti también te la trae al fresco)

Friday, April 07, 2006

-PECADOS CELESTIALES-


Semana santa, periodo de reflexión de ayuno y juicio moral, época de purga y autocontrol de limitar los excesos… ¡que mal lo tienen lo creyentes! Nosotros hablemos de vacaciones y fiestas de comer tanto pescado como carne y de pecar, también con la carne.



¡Pues si señores y señoras! Tiempo, aunque sea poco, de “vacaciones” igual tiempo para los placeres: leer, comer, cantar, bailar, amar, follar, sexo, sexo y más sexo, que si vamos a terminar en el fuego eterno del infierno que sea por haberlo pasado bien, por habernos dedicado en exceso a los deleites de da buena vida. Lujuria y gula, dudosos pecados capitales… ¿pero quien se atrevió a incluirlos en una lista de actos reprochables? Entiendo lo de la pereza, la ira y la avaricia, no tanto lo de la vanidad –se me queda una en el tintero y no se cual, seguro que estoy pecando de ello, pero la mala memoria no creo que sea un pecado, tampoco no haber vuelto a ver esa película, las de los sietes pecados capitales del “Pit”, (que no se si saben que en catalán “pit” es pecho o pechuga, si eres un pollo, cosas que tiene el vivir desde hace siete años en Barcelona, un pecado capital por año, ¿en cual estaré ahora? Porque el primero fue el de la vanidad seguro, y el segundo lujuria, ya tenía más confianza con las ciudad y no estaba tan desorientado, por aquello de irme a casa de otra gente o traerme a casa alguno, es que el primer año me daba un poco de miedo la gente de la ciudad, por eso solo dejaba que me admiraran, ¡sin tocar eh! Vanidad o tonta. Creo que en estos momentos estoy en gula, ¡no paro de comer en todo el día! ) -porque ¡a ver! ¿Quién se invento esta lista negra de conductas? Sin duda alguno o alguna que le encantaba criticar, y es que me lo imagino perfectamente: -¡mira como come aquel!- -¡aquella es una presumida!- -¡el otro que es más vago!- y así, criticando surge una lista, una lista de adjetivos convertidos en nombres de dudosos pecados sociales.



Cuando uno siente, pero de verdad, no se puede andar con contenciones, si se ama, se ama hasta el final, si se odia, se odia a muerte, si me enfado, me enfado y doy portazos, hasta grito si es necesario, aunque luego se pase a la media hora el enfado, el odio o el amor.



Patricia, compañera de piso allá por el 2002 ó 2003, de origen indo-paraguayo tanto por padre como por madre, pero de nacionalidad noruega, imaginen que exótica mezcla, siempre había vivido en el país del salmón, y de un queso muy famoso que se exporta a toneladas a Estados Unidos, seguro que para hamburguesas, lo sé porque me lo contó ella. Noruega país cívico donde los haya, había sido la escuela moral de nuestra princesa hija de pacha mama, un territorio donde todo funciona casi a la perfección: ciudades limpias, bienestar y confort, gentes educadas, con una amplia conciencia ecológica, apostando por energías limpias y renovables, donde no existen diferencias de genero, hombre mujer, mujer hombre, donde los trabajos están bien remunerados, los contratos no son basura, la homosexualidad es legal (aunque ahora nosotros, en España, ya nos podemos casar y adoptar hijos, creo que en Noruega aun no, no se puede ganar en todas las carreras) en definitiva, un lugar, socialmente hablando, muy por delante de otros países europeos.


Hablando un día con Patricia, me comentó que al principio de llegar a España estaba alucinada, que no podía cree que la gente se hablara tan alto, que le daba vergüenza ajena escuchar a las parejas discutir en la calle, que lo podía oír todo, que los programas de la prensa del corazón y los “realiti chous” (en castellano tal y como se dice) donde mucha gente airea esos problemas íntimos que tendrían que quedares antes de salir de las puertas de sus casas, la tenían escandalizada, que la atracción que para los españoles, en general, ejercía el morbo, los cotilleos, las discusiones a grito pelado, los escándalos (viva Rafael y su canción, y Pimpinela y todos sus discos, ), las peleas, criticar, los pecados y también los capitales, se le escapaban de los parámetros de su conciencia cívica forjada con el martillo de Thor herencia del los reinos de hielo de Azgar y las Valquirias (- ¡pero si a estos lo único que les gustaba era ir a la guerra!- pues eso es lo que les quedó civismo a raudales, a ver si con muuuchos años les pasa lo mismo a los radicales islamistas). Luego cuando pasaron los meses y empezó a vivir de verdad en España, quiero decir como si fuera española, empezó a comprender y a dejarse llevar por el carácter latino, que es el nuestro, se reía de la tele, gritaba si era necesario, criticaba más libremente, amaba sin vergüenzas y se dejaba llevar por los sentimientos no temiendo tanto el que dirán, en general, sentía más libremente (corrupta niña viquinga).



Porque… ¡si!, para sentir de verdad, hay que dejarse llevar por los sentimientos, o sea que si por ejemplo: te deja tu novio y de verdad lo querías ¡llora!, y si con el abandono de este se desata tu furia y tu ira, peca; y si para consolarte te recorres todas las saunas, parques de la ciudad y cuartos oscuros, queriendo a todos, envuelto en lujuria y avaricia, peca; y esas ganas de comer incontrolables que te da la ansiedad, por lo acontecido, gula y peca; que de lo deprimido que estas no te puedes levantar de la cama y no tienes ganas de hacer nadad… pues aprovecha y peca de pereza; que para levantarte los ánimos te compras todas las cremas específicas para cada parte del cuerpo, te apuntas en el gimnasio ese en el que te apuntas un mes si y el otro no, con el objetivo de ser la más guapa del lugar pecando de vanidad, pues ¡peca! Y que se mueran de la ENVIDIA –mira tu por donde el séptimo-



Para criticar u opinar sobre algo hay que haberlo probado –no se puede hablar y opinar sobre sexo, siendo certero y concreto, sin haber follado nunca, porque no se tiene toda la información- no por ello hay que dejar de ser cívico; la cuestión esta en que la autenticidad de las cosas, esta en los sentimientos que le pongas a lo que hagas, aunque a veces tengas que descarriarte y pecar. Yo, en cuanto a lo que corresponde a Semana Santa, me dedicaré a mi religión personal, aquella que me deja sentir y disfrutar si yo lo deseo, porque el don de vida que mi dios me dio, no se puede desperdiciar desaprovechando las cosas buenas que los momentos te brindan, que las normas y maneras de hacer propulsadas con los miedos no puedes ser muy buenas. ¡A pasarlo bien! ¡A cometer excesos! Eso si, sin molestar al prójimo.