Friday, March 31, 2006

-Un "no", constructivo-



Hoy pedí a mi jefe un aumento de sueldo, yo, convencidísimo de un “si” no había pensado en la posibilidad de un no, con lo cual me he llevado un chasco, aunque confieso que casi liberador, y es que no me gusta mi trabajo, dentro de mi petición de aumento de sueldo incluí una explicación razonada de los “porques” y un resumen inevitable de las consecuencias de un “no”, dejando claro que un “no” activaría mi búsqueda de un nuevo trabajo , de esta forma un “no” es el comienzo de la apasionante y no menos liberadora búsqueda y cambio de trabajo (que optimista nos encontramos hoy) teniendo en cuenta que el actual es tan aburrido y parecido a lo que en mis pensamientos evoca la palabra purgatorio o limbo tendré que leer un poco mas a cerca de estos dos términos religiosos (¿el limbo era el de los niños no bautizados que por no ser acogidos en doctrina religiosa no podían ir al cielo? o… ¿era un baile?) que siempre he relacionado con quietud, monotonía, espera, vacío, soledad, reflexión… en definitiva: todo lo que es mi trabajo actual -¿estaré en el purgatorio? Si es así: ¿de qué religión? Seguro que de una monoteísta, porque mira que son aburridas, ya podría estar vigilado por algún grupo de animales exóticos entre hombre y mujeres con muchos brazos y todo lo demás, que estos se dedican mas a los placeres de la vida, comer, follar, divertirse que es el todo, cuanta culpa y castigo nos traen, Jehová, Cristo y Mahoma ¡por dios! - poco indicado para espíritus depresivo y mentes inquietas por naturaleza, porque para los primeros, el tiempo libre hace dar muchas vueltas a las cosas, y la depresión compuesta de sentimientos autocompasivos y obsesiones por el estado mismamente depresivo, no seria nada indicado pudiendo ser el detonante de la caída en lagrimas, y para los segundos, mentes inquietas, el no tener nada que hacer provocaría el palpito acelerado que explota en ansiedad y desespero, ver pasar las horas sin nada que hacer o sin nadie con quien hablar, puede ser de verdad frustrante.
Mucha gente me suele contestar, cuando explico en que consiste mi trabajo que tengo mucha suerte, que puedo leer, estudiar, dibujar, todas esas cosas para las que se requiere tiempo, que les encantaría tener un trabajo así, de no hacer gran cosa,(como le encanta a la gente hablar sin pensar, lo digo por todos en general, incluso por mi mismo que no estoy libre de pecados inconscientes y menos de este tipo) como en una galería de arte pequeña, de segurata en un parking subterráneo…
la primera vez que estuve en Madrid, experiencia grata donde las haya tenido,- y es que Madrid siempre me ha sido fantastica-, cuando fui al museo del prado visita larga que podría requerir, para explicarla, cientos de folios por la cantidad de salas que llegue a ver, sobre todo si quisiera hacer alusión a los cuadros explicados por mi compañero de visita, Santi, que para mi suerte había terminado su carrera de la de entonces “geografía e historia”, -creo que en plan de estudios actual no existe como tal, se le ha cambiado de nombre o se ha agrupado de otra forma-, para no parecerle un adolescente sin nada en la cabeza, descocado, frívolo, infantil, inculto, todo lo que era en ese momento, me deje arrastrar por, creo que casi todas las salas de tan majestuoso, colosal e interminable museo ¿tal vez nos saltamos edad media? Nada, desde las 10 de la mañana a las 6 de la tarde visita guiada por la marica recién titulada, sin comer, y es que cuando se es de provincia y se sale por primera vez de nuestro territorio, tenemos la manía de intentar parecer lo que no somos, cometiendo de esta manera el error de no ser naturales recalcando lo que somos ¡provincianos fuera de nuestro entorno¡ -esto va también por ti Santi, en este caso en particular, la edad en la que te importa aun el “que dirán” y que era la primera vez que estaba solo por Madrid, con alguien mayor que yo ¡titulado! Cosas que nos pasa a los de ciencias es territorio de letras como son los museos, pues quede agotado listo para caer en la cama o sofá o banco o acera de la salida de dicho museo, no digo que no me gusten los museos, todo lo contrario, pero una sala, ver algo concreto, la nueva exposición, la etapa negra de Goya, el mito de Europa y Zeus convertido en toro blanco, la resurrección de no se quien o siglo XVIII, pero no todo un museo como el prado ¡que es interminable¡
Una de las cosas que se me quedaron gravadas en la memoria, que no tiene que ver con arte precisamente, son las personas que trabajan en las salas de vigilante, imaginar todo un día en una sala en silencio, delante de un retablo del bajo medievo, esperando a que sea la hora para poderte ir me pareció labor insufrible, claro desde mi punto de vista y sobretodo desde mi forma de ser, para todas las personas que siempre, sin meditarlo, suelen decir: ¡pero si no hacen nada¡ yo creo que no podría y puede ser que ellos tampoco (que: ¡como le encanta a la gente hablar sin pensar!, y ya se que lo dije antes, que me he leído esto un para de veces, pero haber si de repetirlo me acuerdo de no hacerlo, mejor aun: haber si de leerlo repetidas veces se acuerda alguno de no hacerlo).
En resumen: el “no “ de mi aumento de sueldo me pone en marcha para salir de mi purgatorio personal, quizá es así como uno termina accediendo a los cielos, haciendo algo por uno mismo saliendo por su propio pié, aunque sea del museo, por muy novel que se sea y muy ilustrativa que sea la visita guiada, del periodo reflexivo que tendría que ser la estancia en este páramo donde uno se despoja de sus pecados para, limpia el alma, obtener recompensa divina, talvez al morir si mi religión monoteísta me condena con un largo periodo en su purgatorio, (aunque yo seguro tengo una plaza ganada en el infierno, sobre todo por demasiado bueno en algunas cosas en las que no voy a entrar en detalle ahora), lo que tendré que hacer es algo por mi mismo, algo por salir y terminar la espera lavando yo mismo mis faltas despojándome de lo que me retiene en penitencia, arrepintiéndome de los errores y convirtiéndolos en algo constructivo, preparar el currículo y presentarlo como exponente de lo que eres y sabes hacer, tanto para mejorar la vida laboral como para acceder al edén, al cielo, al paraíso.

Entre un gran paréntesis o como posdata:
Si todo lo hubiera o hubiese narrado con animalitos esto seria digno de llamarlo fábula, con moraleja y todo, y no me refiero al barrio de alta alcurnia que aun no conozco, con lo poco fiable que seria mi dogma, yo os lo advierto, así me lavo las manos, hacedme caso solo lo necesario, o no me lo hagáis que aun no se si tengo razón, aun no me pienso morir para comprobarlo, y lo del trabajo… estoy en ello.